2001.com.ve | EFE
Alemania y Argelia acordaron las vías para repatriar a 3.700 ciudadanos argelinos que se encuentran en situación irregular en el país europeo, anunció la canciller alemana, Angela Merkel, durante su visita oficial en Argel
En una conferencia ofrecida tras reunirse con el primer ministro argelino, Ahmed Ouyahia, la canciller reveló, sin más detalles, que "ambos hemos hablado de cómo conseguir de una manera más eficiente que aquellos que no tienen derecho a permanecer regresen".
Más específico se mostró el propio Ouyahia, quien aseguró que Argelia está dispuesta a recibir a aquellos que hallan sido propiamente identificados y cumplas las condiciones previstas para su deportación.
"Argelia recuperará a sus ciudadanos, ya sean 3.000 o 5.000″, declaró el responsable ante la pregunta de un periodista sobre el posible retorno de 3.700 argelinos que ya han sido etiquetados como residentes ilegales en Alemania.
"Argelia libra una batalla contra la inmigración ilegal para el resto de la comunidad internacional, sobre todo en la frontera sur, para impedir la entrada cada año de entre 20.000 y 30.000 personas y que continúen su recorrido hasta Europa", subrayó Ouyahia, que redujo a 700 los ya identificados.
El acuerdo se enmarca en el proyecto de ley adoptado el pasado mes de julio por el gobierno federal germano para acelerar el proceso de repatriación de los solicitantes de asilo originarios de Argelia, Marruecos y Túnez al considerarlos "países seguros", lo que permite a los servicios de inmigración su rechazo de manera casi automática.
Si bien Berlín defiende que el 99% de las solicitudes ya han sido rechazadas, las organizaciones de defensa de los derechos humanos se oponen a esta iniciativa al considerar que en estos países se han documentado casos de tortura y violaciones de la libertad de expresión.
Una polémica iniciativa que el gobierno alemán defiende desde que en Nochevieja de 2015 la ciudad de Colonia fuera escenario de una ola de agresiones a mujeres, supuestamente cometidas por migrantes.
Al término del encuentro, la canciller se reunió con el enfermo presidente argelino, Abdelaziz Bouteflika, cuya última audiencia con una personalidad extranjera se remonta al pasado mes de abril cuando recibió al expresidente del Gobierno español Mariano Rajoy.
Se trata de la segunda visita de la canciller alemana desde 2008 y el primer encuentro con el jefe de Estado, después de que en febrero de 2017 su viaje fuera cancelado cuando estaba a punto de partir desde Berlín a causa de "una indisposición transitoria" del mandatario que padecía de "bronquitis aguda".
Desde entonces, las dudas y la incertidumbre han crecido sobre el verdadero estado de salud de Buteflika, enfermo desde que en 2013 sufrió un derrame cerebral que ha mermado su capacidad física y ha convertido su sucesión y capacidad de gobierno en un enigma que se debate entre la población.
2018-09-17
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