El primer ministro tunecino, Ali Lariyedh, vio salpicada hoy su visita a Berlín por una protesta de feministas en reclamo de la liberación de sus correligionarias detenidas en Túnez, para las que la canciller Angela Merkel pidió un juicio limpio.
"Confío en que tendrán un juicio limpio y sensato", afirmó la canciller, en un encuentro con los medios junto con Lariyedh, para añadir que hacía esta "consideración" consciente de que "justicia y gobierno son instituciones distintas" en una democracia.
El primer ministro tunecino respondió argumentando que no estaba en su mano "comentar" las decisiones de la justicia, aunque dejando claro también que no esperaba que el caso derivara en una "reacción exagerada" por parte del estamento judicial.
La visita de Lariyedh, quien accedió al cargo el pasado marzo en medio de una grave crisis política dos años y medio después del arranque de la "primavera árabe", estuvo precedida por la acción ante la Cancillería, por la mañana, de tres activistas con el pecho desnudo.
La acción fue fugaz y terminó con la intervención de la policía apostada ante la sede gubernamental, pero incidió en la compleja misión del primer ministro tunecino a la capital alemana, mientras en su país se juzga a varias feministas, entre ellas una alemana.
El juicio se abrió el miércoles y las acusadas son cuatro miembros de Femen -tres europeas, entre ellas la alemana Josephine Markmann, de 19 años, y otra tunecina- a las que se imputa un "atentado contra las buenas costumbres".
Las activistas fueron arrestadas a principios de mayo tras una protesta con los pechos desnudos frente al Palacio de Justicia de Túnez en solidaridad con la tunecina Amina Tyler, detenida bajo cargos parecidos.
No es la primera vez que Merkel ve salpicado un encuentro con algún líder, después de que el pasado abril varias activistas burlaran el cordón de seguridad y mostraran la inscripción "fuck dictator" ante el presidente ruso, Vladimir Putin, en Hannover.
Entonces la protesta tuvo lugar a pocos metros de ambos mandatarios, mientras que hoy fue fugaz y apenas pudo ser captada por los fotógrafos, ante el edificio de la cancillería y horas antes de la llegada de Lariyedh.
En ambos casos, Merkel aprovechó luego la comparecencia conjunta con su invitado para defender el papel de la sociedad civil y las ONG en la democracia e instar a que se les garantice la libertad de expresión.
La canciller alternó hoy, ante Lariyedh, este mensaje con algunas frases de apoyo a la labor de su gobierno en el desarrollo hacia la democracia y ratificó el compromiso del Gobierno alemán con el proceso de Túnez, cuna de la "primavera árabe". EFE