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Horas después de que los trabajadores del metro de Sao Paulo resolvieran mantener la huelga que paraliza parcialmente el transporte público en la ciudad que dentro de cuatro días acogerá el partido inaugural del Mundial de Brasil 2014, el gobernador Geraldo Alckmin amenazó con despedir a los huelguistas.
En una conferencia de prensa convocada con carácter urgente tras conocer la decisión del sindicato, que advirtió que irá "hasta las últimas consecuencias" con su medida de lucha, el gobernador socialdemócrata dijo que a partir de ahora "ya no hay más discusión".
"Quiero dejar claro que quien no vaya a trabajar incurre en la posibilidad de despido por causa justa", advirtió el político del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), principal opositor del gobierno izquierdista de la presidenta Dilma Rousseff.
Alckmin se refirió expresamente a una resolución adoptada hoy por el Tribunal Regional del Trabajo (TRT) de Sao Paulo, que declaró "abusiva" la huelga, aumentó la multa diaria por día no trabajado al sindicato y ratificó el aumento salarial propuesto por las empresas administradoras del metro.
"Hoy el TRT decidió que la huelga es abusiva, totalmente ilegal. Hoy no hay más discusión (…) El TRT definió el índice de aumento y la propuesta aceptada fue la del metro", constató el gobernador.
A partir de ahora, lo que se discute "es el derecho de trabajar de más de cinco millones de personas que precisan del metro", agregó en referencia el número aproximado de usuarios de ese medio de transporte.
Los trabajadores decidieron mantener la huelga, que ya lleva cuatro días, en una votación dividida, en la que la propuesta de continuar la paralización triunfó con una mayoría apretada.
"Hay una Copa del Mundo, el mayor evento deportivo del mundo. El gobierno del estado (regional) tiene elecciones a fin de año, debe negociar. Tenemos que enfrentar al gobierno", justificó la decisión de proseguir con la medida de lucha el presidente del sindicato de los trabajadores del metro, Altino Melo dos Prazeres.
Mañana lunes al mediodía, hora local, el sindicato celebrará una nueva reunión para decidir si continúa con la paralización de las actividades, en las vísperas del partido inaugural del Mundial, entre Brasil y Croacia, que se realizará el jueves 12 en el estadio Arena Corinthians.
De mantenerse la huelga hasta ese día, podrían verse perjudicados los aficionados que pretenden llegar a la arena utilizando ese medio de transporte.
El TRT resolvió hoy aumentar de 100.000 a 500.000 reales (de 45.450 a 227.200 dólares) la multa por día no trabajado, y ratificó el aumento salarial concedido por las empresas de transporte, equivalente al 8,7 por ciento.
El sindicato, en tanto, reivindica un reajuste al alza del 12,2 por ciento en su salario, cuyo piso es de 1.323,55 reales (unos 601,6 dólares).
Para mañana por la mañana están previstas movilizaciones y piquetes pacíficos en los patios de las estaciones de metro, destinados, según los sindicalistas, a conseguir que más trabajadores adhieran a la medida.
En la mañana de hoy, la mayoría de las estaciones de metro demoraron cerca de una hora y media en abrir sus puertas y por la tarde 37 de las 61 estaciones permanecían abiertas. Para hacer frente a la huelga, algunas compañías pusieron a empleados de otras áreas para cubrir sus puestos.
Además, para minimizar los efectos de la paralización, que en días anteriores provocó trastornos en el tránsito y cientos de kilómetros de calles congestionadas, las empresas de autobuses y trenes implementaron medidas de apoyo para que millones de personas pudieran trasladarse por la ciudad.
2014-06-08