2001.com.ve | EFE
Más de 1,7 millones de venezolanos viven en Colombia, pero la mitad de ellos está en el país de forma irregular, informó este martes el director de la oficina migratoria colombiana, Juan Francisco Espinosa.
Según el funcionario, citado en un comunicado de su despacho, en Colombia viven 1.771.237 venezolanos de los cuales 754.085 son regulares en tanto que 1.017.152 lo hacen en condición de irregulares.
La cifra que tiene como corte el 31 de diciembre de 2019 y de acuerdo con Espinosa "más de la mitad de los venezolanos que se encuentran en el país están de manera irregular".
Al respecto explicó que se trabajará para buscar una mejor identificación de los venezolanos, garantizando así la seguridad de nacionales y extranjeros.
Con la implementación de medidas como el Permiso Especial de Permanencia (PEP) y el Permiso Especial de Permanencia para el Fomento de la Formalización (PEPFF, para aquellos que tengan una oferta formal de trabajo) se espera que "la tendencia entre el número de ciudadanos venezolanos regulares e irregulares se invierta en los próximos meses a favor de la regularidad", dijo Espinosa.
Bogotá (352.431), Cúcuta (104.981), Barranquilla (99.251), Medellín (85.062) y Cali (62.414), son las ciudades que más han acogido ciudadanos venezolanos, mientras que por departamentos el escalafón lo encabeza Norte de Santander (202.727), Atlántico (167.604), La Guajira (165.475), Antioquia (149.535) y Santander (99.659).
Según Espinosa, el reporte evidencia una redistribución de la población venezolana en el país ya que, por ejemplo, Bogotá pasó de concentrar el 23 % del total de venezolanos radicados en el país a cerca del 20 %.
DIÁSPORA VENEZOLANA
En cuanto al número de salidas de venezolanos por el Puente Internacional de Rumichaca, fronterizo con Ecuador, hacia terceros países, dijo que se registró una disminución en los registros de emigración cercana al 20 % respecto al 2018, cuando más 1.021.000 personas procedentes de Venezuela registraron su salida del país.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), el número de venezolanos que ha abandonado su país a raíz de la crisis ha superado los cuatro millones.
El éxodo obedece a la crisis política, económica y social que atraviesa Venezuela.
Colombia y Venezuela, que comparten una frontera terrestre de 2.219 kilómetros, no tienen relaciones diplomáticas desde febrero de 2019, cuando Nicolás Maduro anunció la ruptura tras el intento de ingreso a su país de una caravana de ayuda humanitaria liderada por Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países.
2020-02-25
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Cientos de agentes de Carabineros fueron desplegados este martes en la ciudad costera de Viña del Mar para evitar que volvieran a repetirse los disturbios ocurridos en las jornadas previas, a pesar de lo cual varios centenares de manifestantes incendiaron algunas barricadas y se enfrentaron con los uniformados.
A pesar de que la intensidad de las protestas se redujo con relación a los graves hechos de violencia ocurridos el pasado domingo, los manifestantes volvieron a reunirse en la Plaza Vergara de la ciudad balneario, apenas a dos calles del recinto del festival.
El numero fue inferior al de los días previos y se podía apreciar una gran cantidad de agentes de las Fuerzas Especiales de Carabineros (Policía militarizada) rodeando las cercanías de la Quinta Vergara, anfiteatro donde se realiza el certamen musical.
Desde primer hora de la tarde la protesta fue congregando gente en una plaza copada de uniformados, tanquetas antidisturbios, carros lanza-agua (popularmente conocidos como guanacos) y carros lanza-gases.
Aunque los manifestantes se encontraban de manera pacífica en plaza, cada cierto tiempo los agentes hacían incursiones entre la multitud ya fuera a pie en escuadrones con escudos antidisturbios o a través de los equipos motorizados que por docenas cruzaban con las motocicletas por el medio de los jardines de la plaza.
Sin embargo, las personas movilizadas no dudaron en marcha por las calles aledañas en un intento de llegar al recinto donde se celebra el festival, trayecto en el que se incendiaron varias barricadas con contenedores de basuras y otros elementos.
La Policía que esperaba con un amplio contingente las posibles acciones de los manifestantes, se desplegaron rápidamente para evitar que se acercaran a la zona del festival.
CIENTOS DE CARABINEROS EN CONTINUO MOVIMIENTO
Las agentes del Estado idearon un dispositivo de contención a una distancia de dos calles alrededor de la Quinta Vergara, manteniendo a los manifestantes alejados, y desplegaron un amplio contingente de agentes antidisturbios movilizados a pie constantemente y motorizados.
Ataviados con una gran cantidad de bombas lacrimógenas, los carabineros disparaban los artefactos disuasorios cada vez que las personas congregadas pretendían desplazarse de la plaza en la que se encontraban.
Además eran apoyados por los carros y las motocicletas que rodeaban cada cierto tiempo el lugar y dispersaban a los manifestantes, realizando detenciones, al menos tres que Efe pudo contrastar sobre el terreno.
EL REPUDIO AL FESTIVAL
Los manifestantes reunidos en la Plaza Vergara explicaron que los motivos de su protesta son los mismo que los del resto de chilenos que por más de cuatro meses se manifiestan en todo el país, una revuelta social contra la desigualdad y el Gobierno del conservador Sebastián Piñera que deja hasta el momento al menos 30 fallecidos y miles de heridos.
Sin embargo, la coyuntura del festival de Viña del Mar es una situación que la ciudadanía considera innecesaria a la vista de la situación que vive el país.
Óscar Fernández, uno de los manifestantes que este martes protestó en las cercanías del festival, explicó a Efe que la realización de esta 61 edición era innecesaria.
"Viña del Mar es una ciudad que no es exento de los problemas sociales que estamos viviendo y toda esta gente está peleando por eso. Aquí (en el festival) hay una millonada de dólares invertidos y en los sectores de Viña del Mar estamos pasando necesidades de luz, de agua, calles no pavimentadas", indicó.
Orieta Abarca, otra de las personas que, con una bandera de Chile en la mano, mostraba su descontento en la céntrica plaza de la ciudad jardín, coincidió con Fernández.
"El país está mal y sacan a la Policía, a los pacos (Carabineros) a la calle. Está todo mal en Chile y no debería haber festival, es una falta de criterio porque si el país está en crisis no tiene que haber festival", afirmó.