Un nuevo ataque terrorista al corazón turístico de una capital volvió a dejar a una ciudad en vilo y dejó un saldo fatídico. Al menos 23 personas de 18 nacionalidades murieron en el atentado reivindicado por Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) después de una larga noche en la que los jihadistas se atrincheraron dentro de un hotel y establecimientos lindantes con más de 120 rehenes.
Intensos enfrentamientos estallaron mientras fuerzas de Burkina Faso y Francia trataban de recuperar el Hotel Splendid y una cafetería que fueron asaltados por la madrugada por milicianos de Al-Qaeda, que secuestraron y mataron a varias personas en Uagadugú.
El hotel, situado en el distrito financiero frecuentado por occidentales y personal de la ONU, fue tomado anoche por un comando de AQMI, que detonaron un coche bomba en la entrada del recinto y luego comenzaron a disparar de forma indiscriminada a clientes y trabajadores del hotel.
El presidente de Burkina Faso, Roch Marc Christian Kabore, dijo que murieron 23 personas, además de cuatro jihadistas, entre ellos dos mujeres. Por lo menos 33 personas resultaron heridas.
El atentado fue similar al devastador ataque al elegante hotel Radisson Blu en la vecina Mali en noviembre y en el que murieron 20 personas.
Decenas de soldados franceses llegaron durante la madrugada desde Mali para ayudar con el rescate. Estados Unidos apoyó a Francia con soporte de vigilancia y reconocimiento, de acuerdo con un alto funcionario estadounidense de defensa que no dio su nombre por no estar autorizado a informar al respecto.
La filial local de Al-Qaeda, Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), se atribuyó el atentado en el momento en que sucedía en el Hotel Splendid, de 147 habitaciones en el centro de la capital Uagadugú, según la organización SITE Intelligence Group.
En un mensaje en árabe colocado en la cuenta en internet de extremistas "Muslim Africa" en Telegram, se informaba que los atacantes "habían irrumpido en un restaurante de uno de los hoteles más grandes de la capital de Burkina Faso, en el que ahora están atrincherados mientras continúan los enfrentamientos con los enemigos de la religión".
En un primer reporte esta mañana, el ministro de Asuntos Internos, Simon Compaore, dijo que 10 cadáveres fueron hallados dentro del Cappuccino Cafe, un restaurante ubicado a un costado del hotel. Horas después el presidente Kabore indicó que hubo 23 fallecidos.
Burkina Faso, un país mayoritariamente musulmán en el oeste de África, ha estado en crisis desde que su dictador fue expulsado en un alzamiento popular a finales de 2014. En septiembre, miembros de la guardia presidencial lanzaron un golpe de Estado que duró menos de una semana. El gobierno de transición regresó al poder hasta que la elección de noviembre abrió paso a nuevos líderes.
El ataque al hotel en Mali también fue atribuido por AQMI, quien dijo que fue realizado como una declaración de unidad con el grupo extremista Al-Mourabitoun del miliciano argelino Moktar Belmoktar, según un discurso en audio que fue distribuido por SITE en su momento. Belmoktar fue un líder de en AQIM antes de iniciar su propio grupo, el cual ahora se ha aliado nuevamente con Al-Qaeda./EFE/AFP
2016-01-16