EFE
La ONU denunció este jueves que la comunidad internacional ha olvidado la crisis en República Centroafricana, país que esta semana ha entrado en su quinto año de conflicto armado y que se ha convertido en "uno de los más peligrosos" para los niños y los trabajadores humanitarios.
La presencia de múltiples grupos armados desestabilizan el país africano, en el que 2,2 millones de personas -cerca de la mitad de la población- necesita ayuda humanitaria para sobrevivir, entre los cuales hay 1,1 millones de niños.
En total, un 41 % de los niños centroafricanos menores de cinco años sufren tal nivel de malnutrición que su desarrollo intelectual y físico ha quedado truncado.
La Agencia de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) prevé que, si no se actúa con rapidez, uno de cada siete niños morirá antes de su quinto cumpleaños.
El portavoz de UNICEF, Christophe Boulierac, precisó que cerca de la mitad de las 900.000 personas desplazadas internamente por la violencia de los últimos años son menores de 18 años. Un tercio de la población infantil no recibe educación escolar alguna.
"No podemos permitir que la crisis de la República Centroafricana se olvide", incluso cuando se trata de un país altamente peligroso para la acción humanitaria, dijo Boulierac.
Sólo en marzo hubo 16 ataques a trabajadores humanitarios en la provincia norteña de Ouham, controlada por grupos armados y milicias, explicó el portavoz de Oficina de Ayuda Humanitaria de la ONU, Jeans Laerke.
Por esta razón cuatro ONG internacionales han decidido suspender temporalmente, a partir de hoy, sus actividades en esa zona del país.
"La cancelación de estos programas en Ouham tendrá un impacto negativo en aquellos que dependen de su asistencia, y, más teniendo en cuenta la catastrófica falta de financiación de todos los programas humanitarios en la República Centroafricana", lamentó Laerke.
El Plan de Respuesta Humanitario de Naciones Unidas para el país africano ha recibido tan solo el 11 % de los 400 millones de dólares solicitados para 2017, con lo que es el menos financiado del mundo.
Por su parte, Unicef necesita 32,6 millones de dólares -de los que ha recaudo el 29 %- para tratar a más de 29.000 niños que sufren de malnutrición severa, proveer atención sanitaria a 320.000 personas, para suministrar agua potable a 450.000 desplazados internos y proporcionar tratamiento psicosocial a más de 50.000 menores.
El déficit de financiación y las dificultades de acceso han obligado al Programa Mundial de Alimentos de la ONU a reducir las raciones que entrega a las familias.
2017-05-05