El papa Francisco afirmó hoy que los líderes religiosos tienen que ser los primeros promotores de la paz y que no puede existir alguna justificación religiosa a la violencia.
No deben "resignarse nunca ante el dolor de pueblos enteros, rehenes de la guerra, de la miseria, de la explotación", dijo a los participantes de la Jornada de la Paz promovida por la Comunidad de Sant’Egidio, entre ellos representantes de distintas religiones.
"No podemos asistir indiferentes e impotentes al drama de niños, familias, ancianos, golpeados por la violencia. No podemos dejar que el terrorismo aprisione el corazón de unos pocos violentos para sembrar el dolor y la muerte de tantos", continuó.
Por ello, los responsables de varias religiones pueden "hacer mucho", pues "un líder religioso es siempre un hombre de paz, porque el mandamiento de la paz está inscrito en el profundo de las tradiciones religiosas que representamos".
"Los líderes religiosos tenemos que ser los verdaderos dialogantes y actuar en la construcción de la paz y no como intermediarios sino como auténticos mediadores", agregó.
Para el papa argentino, los líderes religiosos tienen sobre todo que oponerse "con fuerza y continuamente" a "cualquier tipo de justificación religiosa de la violencia, sea cuál sea la manera en la que se manifieste".
Ante los representantes de la Comunidad de Sant’Egidio -una prestigiosa organización conocida por su mediación en los conflictos-, Jorge Bergoglio remarcó que "para la paz se necesita un diálogo tenaz, paciente, fuerte e inteligente".
"El diálogo puede ganar a la fuerza, el diálogo hace vivir a personas de varias generaciones, que a menudo se ignoran. Hace vivir juntos a ciudadanos de varias generaciones. El diálogo es el camino para llegar a la paz", subrayó.
El papa Bergoglio terminó su discurso pidiendo a los representantes de las varias religiones que continúen rezando "por la paz en Siria, el Medio Oriente y en todos los países del mundo". EFE