Las elecciones presidenciales de Eslovaquia se desarrollan sin más incidentes que algunos cortes eléctricos provocados por la intensa lluvia y los fuertes vientos en el norte y este del país.
Varios responsables de la comisión electoral estiman que la participación será superior al 43,64 % alcanzada en la primera vuelta hace cinco años, cuando el entonces presidente Ivan Gasparovic se impuso a la socióloga Iveta Radicova, y fue necesaria una segunda vuelta, en la que revalidó el cargo.
Ahora 4,4 millones de ciudadanos pueden ejercer el derecho de voto para elegir al sustituto de Gasparovic en los cerca de 6.000 colegios electorales del país, que permanecerán abiertos hasta las 22.00 horas (21.00 GMT).
Los primeros resultados de los comicios se esperan en las horas siguientes al cierre de los colegios electorales.
Son catorce los candidatos que se concurren en los comicios, aunque los sondeos indican que pasarán a la segunda vuelta que se celebrará el 29 de marzo el actual primer ministro, el socialdemócrata Robert Fico, y el empresario convertido en filántropo Andrej Kiska, que no ha militado en ningún partido.
Fico votó hoy con su esposa, Svetlana, en la localidad de Velke Dvorany, en el oeste del país, mientras que Kiska lo hizo con la suya, Martina, en Poprad, en el este.
"Espero que mucho gente vaya a votar. Es una gran ocasión de cambiar Eslovaquia", dijo Kiska a la prensa.
El primer ministro, de 49 años de edad, está en el ecuador de su legislatura y perder estos comicios supondría un serio revés.
Su partido Smer tiene una mayoría absoluta en el Parlamento y en caso de que Fico llegue a la Presidencia, esa formación controlaría el Ejecutivo, el Legislativo y la jefatura del Estado, algo que ha sido criticado por los oponentes del actual primer ministro.
El presidente tiene el poder de nombrar al primer ministro, ratificar figuras del aparato judicial y firmar tratados internacionales, pero sus atribuciones son limitadas y tiene un papel más bien institucional. EFE