La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se reúne hoy con su gabinete ministerial para avanzar en la discusión de medidas de gobierno que atiendan las demandas populares que dieron origen a la ola de protestas que no cesan desde hace tres semanas en todo el país.
Según informa la agencia oficial de noticias ABR, la reunión fue resuelta por la presidenta durante el fin de semana, después de analizar los resultados de los encuentros celebrados la semana pasada con varios actores sociales, entre ellos sindicatos, organizaciones civiles, congresistas, gobernadores y alcaldes.
La mandataria respondió a las masivas protestas, que reivindican mejores servicios de salud, educación, vivienda y transporte y elevan reclamos contra la corrupción y los gastos excesivos en la organización del Mundial de 2014, ofreciendo un "gran pacto" nacional para atender las demandas y proponiendo un plebiscito para realizar una reforma política.
La crisis social, ocurrida en forma simultánea a la realización de la Copa Confederaciones, hizo desplomarse la popularidad de Rousseff, que cayó del 57 al 30 por ciento según un estudio del Instituto Datafolha publicado el fin de semana, llevó al Congreso a agilizar la aprobación de proyectos de ley que "dormían" desde hacía meses, e incluso años, en los cajones de los parlamentarios, hizo a decenas de ciudades desistir de aumentos en las tarifas del transporte público, llevó a gobernadores provinciales a revisar presupuestos y recortar gastos, y y empañaron de cierta forma la imagen de Brasil hacia el mundo, de cara al Mundial de 2014./AFP