El sexto día del proceso contra la célula alemana neonazi Resistencia Nacionalsocialista (NSU), acusada de asesinar a ocho inmigrantes turcos, uno griego y una policía alemana entre los años 2000 y 2007, se reanudó hoy con la expectación por continuar con el interrogatorio a uno de los acusados.
Los familiares de las diez víctimas de la célula terrorista neonazi alemana esperan poder continuar oyendo hoy el testimonio de Carsten S., uno de los cuatro acusados por complicidad.
El alemán de 33 años, acusado de suministrar la pistola marca Ceska al trío formado por Beate Zschäpe, Uwe Mundlos y Uwe Böhnhardt, con la que asesinaron a nueve personas, testificó ayer por primera vez y explicó cómo acabó metido en la escena neonazi siendo un adolescente.
Carsten S. es uno de los testigos más importantes de la fiscalía en el proceso por violencia de ultraderecha más esperado en el país desde la Segunda Guerra Mundial.
Se espera que el abogado de Ralf Wohlleben, ex alto cargo del partido de extrema derecha NPD (Partido Nacional Democrático) y acusado de complicidad, le formule preguntas críticas a Carsten S., debido a que éste aseguró que Wohlleben participó a la hora de conseguir el arma y proporcionó el dinero para ello. Según el alemán, Wohlleben también fue el que tomó la última decisión.
La única superviviente del trío neonazi, Beate Zschäpe, está acusada de diez asesinatos y de perpetrar dos atentados con bomba y quince robos a lo largo de más de una década.
Junto a ella se sientan en el banquillo de los acusados Carsten S., Wohlleben, André E. y Holger H, que también ha manifestado a través de sus abogados su deseo de testificar en el macroproceso con más de 600 testigos y una expectación mediática inédita que podría extenderse más de dos años.
El fondo racista de la serie de asesinatos salió a la luz sólo en noviembre de 2011, cuando los otros dos miembros del trío, Uwe Mundlos y Uwe Böhnhardt, se suicidaron antes de ser detenidos.
Zschäpe incendió la vivienda que los tres compartían en Zwickau, en el este de Alemania, y se entregó a la policía. Desde entonces guarda silencio.
Durante el proceso se intentará aclarar las muchas incógnitas abiertas del caso, como el verdadero papel que desempeñó Zschäpe en el trío y en los crímenes. /DPA