Tras el intento de asesinato al expresidente y candidato presidencial, Donald Trump, ocurrido el pasado 13 de julio, el Servicio Secreto de los Estados Unidos ha reconocido que "fracasaron" en su deber de proteger al líder republicano.
La directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Kimberly Cheatle, reconoció este 22 de julio, durante una audiencia ante el Congreso, que la agencia fracasó en su misión de evitar el intento de asesinato del expresidente Trump.
“Fracasamos”, dijo la jefa de este servicio, encargado de proteger a las personalidades estadounidenses, ante una comisión de la Cámara de Representantes, en medio de críticas por posibles fallos y peticiones de dimisión.
Cheatle asumió "la responsabilidad completa" del lapso en "seguridad" de su agencia y aseguró que están cooperando con las investigaciones en curso sobre el atentado.
Legisladores han expresado su enojo y asombro por cómo el atacante pudo acercarse tanto al candidato presidencial sin ser visto por los agentes. El Servicio Secreto ha reconocido que años antes rechazó algunas solicitudes de la campaña de Trump para aumentar la seguridad en sus eventos.
No renuncia
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, calificó lo ocurrido como un “fracaso”, mientras que varios legisladores han pedido la dimisión de Cheatle.
Al respecto, el Servicio Secreto ha dicho que Cheatle no tiene intención de dimitir y, hasta el momento, conserva el apoyo del presidente Joe Biden y de Mayorkas.
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