EFE
El presidente de Brasil, Michel Temer, sancionó este lunes un aumento salarial del 16,38 % para los once jueces de la Corte Suprema, una medida que fue rechazada con anterioridad por el mandatario electo del país, Jair Bolsonaro.
El reajuste, aprobado a principios de este mes por el Congreso, fue avalado por Temer después de que la máxima corte del país revocó, también hoy, el subsidio para la vivienda a los magistrados de todas las instancias judiciales.
El sueldo de los once jueces que integran el Supremo pasará así de los actuales 33.700 reales por mes (8.600 dólares) a 39.000 reales (unos 9.950 dólares).
El salario mínimo actual en Brasil es de 954 reales (hoy unos 245 dólares).
La subida salarial también se hará efectiva para la fiscal general, Raquel Dodge, y abre la puerta a un "efecto cascada" que puede llegar a extenderse al resto de los funcionarios del Poder Judicial, así como a los parlamentarios y al presidente del país.
De cumplirse este "efecto cascada" al completo, el impacto económico calculado por técnicos del Congreso podría ser de unos 4.000 millones de reales (unos 1.000 millones de dólares).
Ante el delicado estado de las cuentas públicas de Brasil, Temer condicionó su aprobación a que al Supremo suspendiese la ayuda de unos 1.000 dólares que se le otorgaban indiscriminadamente a todos jueces, aunque estos tuvieran casa propia en la ciudad donde trabajan.
En este sentido, el juez del Supremo Luiz Fux revocó este lunes las cautelares concedidas que permitían el pago de esos subsidios a la vivienda.
El aumento de la nómina para los magistrados del Supremo fue cuestionado en alguna ocasión por Bolsonaro, quien dijo en una entrevista a la emisora Record a principios de este mes que vetaría la medida, si fuera presidente en ejercicio.
"No hay otro camino a mi entender, hasta por la cuestión de dar ejemplo. Dije antes de la votación (en el Congreso) que es inoportuno, no es el momento para discutir ese asunto", comentó entonces.
"Brasil está en una situación complicadísima y la gente no soporta más eso, pero la decisión no me cabe a mí. Está en las manos de Temer. Yo, por el momento, soy apenas el presidente electo", añadió entonces.
Bolsonaro afirmó también que los magistrados del Supremo son "la clase que más gana en Brasil" y que la subida de sus sueldos dificulta el discurso a favor de una reforma del sistema de las pensiones, que organismos internacionales ven como fundamental para reducir el abultado déficit fiscal.
Poco días después, el capitán en la reserva del Ejército se volvió a pronunciar sobre el asunto y manifestó que el aumento sería "un problema más" que tendrán que enfrentar a partir del próximo 1 de enero, cuando asuma la Presidencia.
2018-11-26
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