Reino Unido, Alemania y Francia pidieron hoy que Europa tome la iniciativa en la lucha contra los delitos financieros como la evasión fiscal y el lavado de dinero antes de una serie de cumbres clave.
La solicitud se produjo luego de que los ministros de finanzas del G20 llamaran la semana pasada a adoptar normas conjuntas que permitirían compartir los datos fiscales y frenar así la evasión fiscal transfronteriza.
En una carta a los otros 26 países miembros de la Unión Europea (UE), el primer ministro británico David Cameron dijo que quería hacer del encuentro de líderes del bloque en mayo y de la cumbre del G8 en junio "un punto de inflexión".
"La pérdida de los ingresos fiscales resultante de la evasión fiscal es asombrosa", escribió Cameron en la carta, que además fue enviada al presidente de la UE, Herman Van Rompuy.
"En un período de consolidación fiscal donde a los ciudadanos que trabajan duro y a las empresas se les solicita soportar cargas extraordinarias, necesitamos una acción coordinada y verdaderamente global para hacer frente a estos asuntos", sostuvo.
Rompuy, quien preside los encuentros del Consejo Europeo, ya había dicho que la evasión fiscal sería una prioridad en la próxima cumbre de la UE.
En una carta separada pero conjunta, los ministros de Finanzas de Francia y Alemania pidieron a la Comisión Europea que adopte "un enfoque europeo ambicioso en la lucha contra el lavado de dinero y los delitos financieros".
"La protección de la integridad del mercado interno de los flujos ilícitos financieros y de las jurisdicciones no cooperativas, que privan a nuestros presupuestos nacionales de recursos fiscales muy necesarios, es un objetivo central de las políticas económicas de Francia y Alemania", escribieron Pierre Moscovici y Wolfgang Schaeuble.
En un encuentro celebrado cerca de Berlín este mes, Cameron y la canciller alemana Angela Merkel acordaron impulsar un "liderazgo global" en la lucha contra la evasión fiscal en la cumbre del G8, que será en Irlanda del Norte.
A comienzos de esta semana, la UE advirtió a los paraísos fiscales del continente, como Suiza y Liechtenstein, que quería una mayor transparencia e intercambio de información en asuntos financieros./DPA