Jesús Gambús | Joan Camargo
La potestad de la Asamblea Nacional de revisar acuerdos, convenios y contratos firmados por la administración socialista, pone de puntas al Gobierno del Presidente Nicolás Maduro.
El desplome de los precios del petróleo y la escasez de divisas se han encargado de prender la luz de emergencia en los negocios con Petrocaribe y Caricom, y no por más lejanos geográficamente, los acuerdos con Uruguay, Paraguay, Bolivia y China.
El trabajo parlamentario de las comisiones de Contraloría y de Política Exterior de la actual Asamblea se ha dificultado por la poca transparencia de los datos requeridos.
La revisión de cuentas en materia petrolera corre la misma suerte de otras solicitudes del Legislativo a los funcionarios públicos que, por lo general no atienden a las comparecencias en cámara.
Regalando petróleo. La política del vecino desprendido se inició en el año 2000, cuando Venezuela y Cuba llegaron a un convenio , mediante el cual Caracas ponía el crudo y La Habana aportaba médicos para la Misión Barrio Adentro, además de asesores de diversa naturaleza.
Luego, un total de 14 países caribeños comenzaron a beneficiarse de la “generosidad” de los acuerdos suscritos en 2005 por el Presidente Hugo Chávez.
Tan espléndidos resultan los convenios de Petrocaribe y Caricom que el financiamiento puede llegar al 50% de la factura, pagadero en 25 años con una tasa de interés de entre 1% y 2% y con dos años de gracia, mientras que el otro 50% de la deuda se paga vía trueques.
El economista y exdirector de Pdvsa José Toro Hardy plantea que financiar la venta del petróleo mediante trueques es un “regalo” y que ocasiona fuertes daños a la economía del país.
Toro asegura que las políticas de exportar petróleo a cambio de trueques no fueron correctas. “No tiene sentido exportar petróleo a cambio de productos que se producían y exportaban en Venezuela”.
Impulso político. Las políticas petroleras ejecutadas por el Gobierno venezolano en pro de la “hermandad de los pueblos” y la ayuda a países menos posicionados económicamente iban destina- das a masificar el apoyo político del ideal bolivariano en el centro y sur del continente.
Toro asevera que “Venezuela no busca en las islas del Caribe ningún beneficio económico. Su objetivo era conseguir nexos y apoyos políticos. Los tratados buscaban favorecer económicamente a es-tos países para recibir res- paldo político en organizaciones como la OEA. La venta de petróleo influyó en el soporte político a nivel latinoamericano”.
Ingresos. ¿Cuántas divisas hubiesen entrado al país de haber recibido dinero y no asesorías
La pregunta se la hacen varios expertos petroleros, economistas, políticos, y la com- parten hoy los venezolanos que escuchan de manera repetitiva que no hay divisas para importar alimentos ni medicinas. Es, además, una intriga para los medios internacionales que no entienden, cómo el país con mayores reservas petroleras comprobadas del mundo esté atrave- sando un drama como el que se vive hoy en día.
Rafael Quiroz, economista y analista petrolero, manifiesta que los contratos preferenciales que firmó Venezuela con otros países le hicieron daño al país, dado que se otorgaban bajo el esquema de la “solidaridad y la hermandad latinoamericana”.
Caraotas y arroz. Quiroz calcula que Venezuela ha dejado de percibir, por concepto de cuentas por cobrar, un total aproximado de 20 mil millones de dólares.
Entre 2006 y 2014 Venezuela despachó un promedio de 186.000 barriles de petróleo por día a Petrocaribe (además de Cuba). La factura de dichas exportaciones asciende a 50 millardos de dólares, de los cuales solo se ha pagado muy poco, según una investigación realizada por Asdrúbal Oliveros, economista y director de Ecoanalítica.
Además, vale recordar que la factura que debe ser pagada de contado no se cancela solo con efectivo. Algunos lo han hecho en especies, como caraotas y arroz.
Existen ejemplos que dan referencia de cómo se maneja el pago de dichas facturas. En el caso de Uruguay, tenía una deuda de 400 millones de dólares con Venezuela, de los cuales se le perdonó 38% del monto, y lo demás se canceló mediante acuerdos referidos al envío de 265 mil toneladas de alimentos hacia el país.
Oliveros aseguró que las ventas actuales por el convenio representan más de 62 millones de barriles al año, lo que se traduce en más de 2 millardos de dólares. “Es dinero que Venezuela no recibe en el momento en que más lo necesita. Esos 2 millardos que no están entrando al país son más que las reservas líquidas que tenemos hoy en el Banco Central de Venezuela”.
Convenios nada rentables. José Toro Hardy opina que no es rentable seguir perteneciendo a estos grupos, dado que los precios del crudo han bajado y estos países ya no están necesitados de los subsidios que Venezuela.
Plantea que aunque a los países del Caribe se le enviando menos petróleo hay cifras que la industria petrolera venezolana no puede seguir sosteniendo debido a la fuerte caída de la producción.
Por otra parte, Rafael Quiroz asegura que los suscritos con China también son preocupantes, dado que el Gobierno tiene necesidad de liquidez de divisas y el país asiático le paga inmediatamente el petróleo que Venezuela le suministrará por el tiempo acordado. El problema es que ese acuerdo se pacta pagándolo a precio actual, lo que resulta una especie de lotería, dado que si el valor del crudo aumentan, Venezuela tiene que seguir suministrando al precio que acordó.
Laberinto sin salida. A pesar de que recientemente las políticas del Estado se han tratado de diversificar en materia económica, con la finalidad de abandonar el modelo rentista, la falta de recursos para activar otros sectores que logren abarcar todo el gasto nacional, pone el camino cuesta arriba.
José Toro expone que a Venezuela no le queda otra alternativa que seguir en el negocio petrolero, puesto que la venta de hidrocarburos representa el 97% del ingreso de divisas que obtiene por cualquier vía.
“El error del rentismo se ha exacerbado desde el año 2000 en adelante, y nos ha vuelto sumamente dependientes del crudo, hecho que ha colocado al país en una situación desventajosa. La caída de los precios del barril y la baja de la producción ha colocado a Venezuela en una circunstancia muy difícil”, concluye Toro.
2016-08-18