Redacción Diario 2001
Bony Pertíñez, esposa del comisario Iván Simonovis, exjefe de Seguridad Ciudadana del Área Metropolitana de Caracas, compartió con Diario 2001, el calvario de 12 años que ha padecido su familia, tras el arresto y condena de su cónyuge por los hechos ocurridos en Puente Llaguno, el 11 de abril de 2002.
Relató lo que califica de persecución y hostigamiento que ha sufrido junto a sus hijos por atreverse a pedir la libertad y el respeto de los derechos humanos de su marido.
Hoy en día, cuando los alrededores de su casa están custodiados por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), Pertíñez confesó la frustración que sintió Iván Simonovis al enterarse de que en las mesas de diálogo entre el Gobierno y la oposición, los presos políticos fueron catalogados como "personas detenidas". Sin embargo, aclaró que a pesar de las diferencias que puedan suscitarse en la Unidad Democrática, su familia valora el trabajo que están realizando sus dirigentes quienes, a su juicio, luchan por un cambio en el país.
-¿Cuál es la situación actual de Iván Simonovis?
-La situación actual es que lleva 12 años preso de una sentencia de 30 años, y de esos 12 años ya lleva dos en arresto domiciliario, es decir, casa por cárcel, porque mucha gente piensa que él está muy bien, pero realmente lleva dos años sin poder salir ni siquiera a la puerta. Desde hace dos años el Sebin tiene las llaves de mi casa.
-¿Qué tipo de restricciones tiene el excomisario?
-Iván tiene prohibición actual de usar las redes sociales, servicios como Facebook, Twitter e Instagram son cosas abstractas para él. También tiene prohibido hacer proselitismo político, y la obligación de entregar el informe de su salud cada tres meses. En caso de incumplir estas condiciones le pueden revocar el arresto domiciliario y tendría que regresar a la cárcel. Igualmente, si él se mejora de sus condiciones médicas tiene que regresar a cumplir la pena de 30 años, aun cuando a él le corresponden medidas alternativas al cumplimiento de la pena como destacamento de trabajo y el régimen abierto, pero cada vez que hacemos una solicitud al tribunal le es negada.
-¿Cuál fue la causa de esta sentencia?
-Muchos piensan erróneamente que Iván fue condenado por delitos de lesa humanidad, y no es así. Él fue injustamente condenado por delitos comunes, por haber girado instrucciones el 11 de abril en complicidad correspectiva, eso quiere decir que no se logró individualizar la responsabilidad de nadie, y como no se logró demostrar en el juicio quién fue el responsable, la juez dijo que eran responsables todos. Por dos de las 19 muertes del 11-A, lo exoneraron de una, y por 25 de los más de 200 heridos que hubo en ese momento, pero Iván nunca fue condenado por violaciones graves de delitos de lesa humanidad. La gente dice: "es que le dieron un beneficio", y no es un beneficio, es una medida alternativa al cumplimiento de la pena a través de lo que establece la ley.
Algunos de los voceros del Gobierno dicen que eso va a generar impunidad porque Simonovis no se va a podrir 30 años en la cárcel como ellos quieren, sino que pudiera salir a través de una medida que le permita la ley. Por ejemplo, en el caso de Cibell Naime, quien mató a dos personas por un gato, ella fue condenada por 30 años, sin embargo, a los 10 años le correspondió una medida alternativa y sigue cumpliendo su pena en la calle, sometida a controles del tribunal; eso le corresponde a Iván, a Lázaro Forero, Henry Vivas y a los seis funcionarios que están presos, de hecho hay dos de ellos que ya tienen la pena cumplida y no les dan la libertad.
-El oficialismo dice que estando en su casa le genera más beneficios, ahora, ¿si el comisario estuviese todavía en la cárcel no podría buscar esos beneficios?
-Si es que desde que él está en la cárcel nosotros lo estamos pidiendo, porque a partir de los 8 años y 7 meses de su detención a él le correspondía el primero, que es el destacamento de trabajo, ahora ya le corresponde el régimen abierto y lo hemos solicitado, pero lo han negado.
-¿Cuáles serían las condiciones de ese régimen abierto?
-Depende de las que establezca el tribunal, es un régimen de cierta libertad para que la persona se vaya integrando a su entorno social; puede salir de su casa, botar la basura, trabajar. Desde hace 12 años él no puede trabajar, siendo una persona tan productiva.
-¿Simonovis tiene contacto con sus antiguos compañeros, como Vivas y Forero?
-A través de un comité familiar que formamos de presos políticos, allí estamos todos juntos, esposas, madres e hijos.
-¿Siente que hoy en día hay más conciencia con la situación de los presos políticos que hace 12 años?
-Total. Ahora siento que hay que filtrar el tema de presos políticos porque hay muchos que están presos por acusaciones comunes que se quieren como filtrar y hay que tener mucho cuidado porque tampoco existen los parámetros para determinar qué te hace acreedor a ti para incluirte en un una lista de presos políticos, eso aquí no existía. Para mí fue muy difícil, porque para que un policía fuera preso político era muy complicado porque en términos generales son los policías quienes violan los derechos humanos, son la autoridad, pero que un policía sea víctima de esos derechos era muy difícil de digerir, en ese tiempo no habían redes sociales, y todo lo yo tenía que hacer me costaba 10 veces más. Antes tenía que ir a los medios de comunicación que me invitaran, el juicio estaba radicado en Maracay y los medios regionales no tienen el mismo alcance. Y convencer a la gente no es fácil, hoy en día con un "tuit" se hace mucho más fácil comunicar.
-Ahora, ¿el éxodo de sus hijos está asociado a la condición del país o justamente a esa presión que tenían por el caso de su papá?
-Es una mezcla de todo. Ellos estudiaron en un colegio alemán y esa institución les permitió ese acercamiento y la posibilidad de irse a un pueblito. Pero también fueron muy perseguidos, a nosotros nos lanzaron una bomba molotov en la casa, a mi hija, durante el juicio, funcionarios de la Policía Nacional le lanzaban piedras en su cuarto, nos robaron en una oportunidad, hoy me puse esta camisa (con la cara de Simonovis), y creo que fue un acto de valentía, pero mis hijos no podían hacer esto. Cada 11-A los amenazaban, los insultaban, cada vez que el expresidente Chávez decía en cadena nacional que su papá era un asesino, eso era para ellos traumático; aparte de la cotidianidad del familiar de un preso.
Ellos no se querían ir, tienen cierto sentimiento de culpabilidad porque sienten que de alguna manera abandonaron a Iván , sin embargo, siempre están presentes, nos conectamos por mi cuenta de Skype, no quiero crearle a él ninguna red social, porque le revocarían la medida.
-¿Cuáles fueron esos trabajos que realizaron sus hijos, en materia audiovisual, respecto a la situación de su papá?
-Siento que de toda esta situación me tienen que salir unos hijos humanistas, mi hijo (23 años), se fue hace cinco años y se vio afectado por todo este tema de las divisas, él estudió Ciencias de la Comunicación e hizo un documental que se llama "A la deriva"; tú crees que no, pero sí les toca la fibra, Iván siempre le da como el carácter humano más que la manipulación política. Y mi hija (19 años), quien se fue del país hace año y medio, en una oportunidad estaba tan frustrada que me dijo: ‘déjame ir hasta la Vicepresidencia a llevarle una carta a Nicolás Maduro que en ese momento era el canciller’. Hizo una carta bellísima y la publicamos, y esa fue la primera vez que ella cerró sus cuentas en las redes sociales por las fuertes amenazas. En ese momento Maduro fue tan cobarde que salió al día siguiente con todo el comité de víctimas del 11-A amenazando a mi hija que tenía 15 años, por haberse atrevido a pedir la libertad de su papá.
Luego, cuando pasó la situación con el hijo de Leopoldo López de 3 años, a quien le levantaron un acta por lanzarle un zapato al sargento en Ramo Verde, ella hizo un video que se llama "Las reflexiones de Ivana, la hija del comisario", que tuvo mucha acogida porque ella sacó lo que tenía guardado, pues una vez, cuando tenía 9 años ella gritó en el Sebin "injusticia", porque nos dejaron esperando cuatro horas bajo el sol y por eso le prohibieron la visita por un mes, la funcionaria que estaba allí le dijo: "tú no puedes decir esa palabra aquí".
-¿Cómo se siente emocionalmente la familia Simonovis?
-Todos estamos con tratamiento profesional de estrés post-traumático, la gente puede decir que estamos felices, pero no es así, nos ha costado mucho. A mí me parece que llegó una persona muy distinta a la que fue un día, llegó un hombre muy diferente desde el punto de vista físico y emocional, tiene muchísima frustración, siente ganas de salir de esa cárcel que tiene y no puede, él sólo puede salir al balcón y más nada.
-¿Cómo considera el papel que está haciendo la MUD en este proceso de diálogo en materia de presos políticos?
-Cuando salió la Mesa de la Unidad a decir que ellos eran "personas detenidas", Iván me dice: "Nos costó tanto que nos reconocieran como presos políticos, para que después en esta mesa de diálogo en presencia del Vaticano y el Gobierno nos digan que somos personas detenidas, en la próxima reunión vamos a ser terroristas", eso le generó una gran frustración. Pero, más allá de eso, a diferencia del Gobierno, es que uno puede dar su opinión a la MUD, el hecho que te escuchen y entiendan, no lo veo como un ataque sino como un desahogo, eso no quiere decir que uno le esté dando una patada a la Unidad, en absoluto, siempre he apoyado a la MUD pero me siento libre de decirles cuándo no estamos de acuerdo en algo, y sobre todo en nombre de Iván y de mis hijos.
-¿Qué sucedió en el 2007, cuando el expresidente Hugo Chávez decretó la Ley de Amnistía?
-El 31 de diciembre de ese año, nos fuimos toda la familia al Sebin, porque le dijeron a Iván: "prepara tus maletas porque vas a salir". Él estuvo con sus maletas listas, nosotros afuera, y en eso bajó Luisa Ortega Díaz, y dijo: "ustedes no se van porque ustedes son del 11-A. Les dieron la amnistía a los pistoleros del Puente Llaguno". Después en el 2010, la MUD le vuelve a dar la oportunidad de ser diputado, y considerando que el juicio de Iván fue el más largo de toda la historia judicial de Venezuela, en ese momento el exmagistrado del Tribunal Supremo de Justicia Eladio Aponte Aponte decidió sin lugar nuestro recurso de casación que era la última vía, lo inhabilitó políticamente, le quitó la custodia de mis hijos y todas sus condecoraciones, es decir, Iván no tiene ni una cuenta bancaria, él es un hombre que no existe, Iván no pude votar ni ser electo, para que después Aponte Aponte mandara una carta notariada desde Miami diciendo que sentía mucho el daño que le había causado a mi familia, pero que él no se somete a la justicia venezolana.
2016-11-26