2001.com.ve |Mariángel Rodríguez
José Vicente Carrasquero, consultor político y profesor universitario, en una entrevista ofrecida al abogado Orlando Viera Blanco, aseguró que los hechos suscitados en Villa Rosa el pasado viernes, en donde los habitantes del sector protestaron con cacerolas en contra del presidente Nicolás Maduro, demuestran que "este es un Gobierno que no posee conexión popular".
"El venezolano ha perdido el miedo, lo de Villa Rosa fue un evento espontáneo indicador de la molestia del pueblo ante los problemas que atraviesa el país a nivel económico y social".
Aseguró que el Gobierno Nacional sabe que el referendo revocatorio "lo tienen perdido, por lo que, tienen al país en una situación de rehenes, en donde el Estado actúa como un secuestrador y en estos momentos tiene a una cantidad de rehenes y está negociando el proceso de rescate".
El profesor universitario aseguró que muchos personeros del Gobierno "saben que su salida del poder significa ponerse en manos de la justicia norteamericana y no tienen a donde huir", por lo que, indicó que esto sería el detonante del comportamiento "dictatorial" por parte del Estado.
"Aquí se ha llegado a la exageración de que, primero ponen preso a la persona, después arman el caso y por último es presentado en los tribunales, como es el caso de Braulio Jatar", dijo el analista.
Afirmó que la movilización del pasado 1 de septiembre es un "hecho político complejo, que no se limita solamente a tomar las calles, la complejidad está en entender cuáles son las reacciones del Gobierno, y qué es lo que querrán hacer a partir de dicha marcha".
Carrasquero aseguró que tras el éxito de la protesta pacífica de la oposición venezolana, el Ejecutivo buscó mal poner a la Unidad ante los ojos de la opinión pública internacional, pero "no lo logró", pues al contrario, el analista consideró que la mayoría de los países apoyan la aplicación del referendo revocatorio en Venezuela.
A su vez, afirmó que "la marcha del pasado 1 de septiembre sobrepasó todas las expectativas y constituyó un fracaso para el gobierno de Nicolás Maduro, ya que, trató de impedirla de todas formas posibles, pero no lo lograron pues según las cifras, ese día salió a la calle más de un millón de personas".
Asimismo, la Toma de Caracas transmitió a la gente; "alegría, sentido de lucha, la idea de que hay muchas personas que se acompañan entre sí en la lucha contra el Gobierno Nacional".