Mildred Manrique /[email protected]
Los precios de los productos agrícolas en los mercados mayoristas de la capital venezolana como Quinta Crespo y Guaicaipuro fluctúan ya que, según indican productores y comerciantes, ha incidido la inflación, la escasez y el alto costo de la vida. Pero, además, comprar hortalizas o verduras en los puestos ambulantes, que solían ser la opción más barata para las amas de casa, hoy en día se ha vuelto un lujo.
Los precios del tomate, la papa y la cebolla hacen llorar. Hasta en 600 bolívares está el kilo. La papa varía entre los 250 y 500 bolívares, sobre todo en mercados a cielo abierto. El ajo se disparó a 1.400 el kilo, una cabeza de este complemento de las comidas puede costar hasta en 300 bolívares.
En los supermercados privados como Unicasa, Supremo y Luvebras, el tomate marca entre 400 y 525 bolívares por kilo. La cebolla desde 420 hasta 500 bolívares. Mientras, la papa, en comparación con semanas anteriores, bajó un poco el precio: de 600 bolívares el kilo ahora se consigue máximo en 400. El pimentón, por kilo, está entre los 300 y 380 bolívares en la mayoría de los mercados y supermercados.
El Gobierno a través de la Superintendencia de Precios Justos (Sundde) envía constantemente comisiones de fiscales a los mercados populares para “revisar facturas y acosar a los comerciantes, preguntando dónde tienen acaparada la comida”, denunció uno de los vendedores de Guaicaipuro.
Este comerciante que prefirió no identificarse “para evitar retaliación” explicó que no se consigue harina pan, arroz, café, mantequilla, leche en polvo, azúcar, pasta, mayonesa, papel sanitario, ni jabón en polvo, ni siquiera en el mercado negro”, dijo al Diario 2001.
Durante el recorrido realizado este jueves por más de seis cadenas de supermercados públicos y privados se pudo constatar que las colas, el “papahuella” y la venta de comida por el terminal de la cédula de identidad continúa. Sin embargo, no se consigue ninguno de los rubros de la cesta básica mencionados anteriormente.
Ayer se percibió tensión en tres comercios. Dos amas de casa insultaron a unos guardias nacionales en el Unicasa de El Paraíso, al rechazar te-ner que hacer cola por más de cinco horas para que solo les vendieran dos paquetes de arroz o harina de maíz. Trigo tampoco hay.
En el abasto Bicentenario de Plaza Venezuela también las colas son kilométricas. Es uno de los únicos mercados que tienen algunos de los productos como arroz, pasta y leche en polvo, a precios regulados. Respecto a las verduras y hortalizas, aunque no cuentan con variedad, las que se tienen son más económicas. 20 por ciento menos
2015-08-14