Andrés Tovar Zabaleta
Es oficial. El 2018 es el año en el que los desastres naturales impactaron más en las pérdidas de la economía global, con pérdidas directas de al menos 306 mil millones de dólares, según los datos de los expertos de Naciones Unidas (ONU).
Así, en un mundo que se calienta, los peligros de los desastres naturales están cambiando. Este año que culmina fue uno de los más activos catástrofes costosas y mortales que apuntan a un aumento en el riesgo de eventos “en cascada”, que intensifican los impactos de los peligros naturales y los convierten en desastres de gran magnitud.
Los eventos climáticos asociados se están volviendo más comunes y severos a medida que la tierra se calienta. La secretaria ejecutiva de la ONU para el Cambio Climático, Patricia Espinosa, declaró ante los periodistas que “los impactos del cambio climático jamás han sido peores” y que hay que hacer “mucho más”.
Lo que 2018 nos enseñó
Los científicos del clima han estado advirtiendo sobre el clima extremo, que se volvería más frecuente e intenso en nuevas formas. Sin embargo, 2017 todavía parecía una llamada de atención brutal al extraordinario poder de la naturaleza y las posibilidades aterradoras de este mundo más cálido.
Todavía hay muchas cosas que no sabemos acerca de por qué el clima es tan extremo y la culpa del cambio climático (especialmente cuando se trata de huracanes). Pero 2017 nos dio más pistas sobre lo que podemos esperar en el mundo venidero, pistas que esperamos nos ayuden a prepararnos para el futuro.
Esto es lo que entendemos sobre las conexiones entre el cambio climático y los desastres que vimos este año.
Incendios forestales
Los cambios en el clima empeoraron el panorama global de los incendios forestales. Los investigadores climáticos de la ONU descubrieron que el cambio climático causado por el hombre representa el 55 por ciento del aumento en la desecación de los bosques occidentales, un factor importante en los incendios forestales, y ha llevado a duplicar las áreas quemadas. Los más emblemáticos este año fueron los incendios en las zonas residenciales de Los Angeles (California, EEUU), en noviembre de este año, donde fueron arrasadas 39.233 hectáreas, donde se hallaban numerosas edificaciones y hogares, muchos de ellos de famosos.
Terremotos
Los estudios geológicos de la ONU también señalan al cambio climático como potencialmente responsable a largo plazo del movimiento de las placas tectónicas de la tierra que provocan los terremotos. Ningún terremoto puede ser predicho, sin embargo -apuntan los expertos- hay evidencias de la sensibilidad geológica en el planeta a los cambios en el ambiente, son datos que han estado en vigencia por años, pero es ahora, con el tema del cambio climático a nivel global que se hace pública la información y se abre el debate. De estos eventos, el más resaltante este año fue el sismo de magnitud 7,5 que sacudió en septiembre el norte de Indonesia, específicamente en la isla Célebes, donde 2.256 personas, a alrededor de 1.300 se le dio por desaparecidos, más de 200.000 fueron desplazadas y miles de edificios sufrieron daños.
Huracanes, Tifones y Ciclones
En el pasado 2017, eventos como los huracanes Harvey, Irma y Maria llegaron a tierra como fuertes tormentas de categoría 4 con vientos que superaron los 200 km/h. Y en este 2018, no fue diferente. El consenso es que la ciencia del cambio climático predice que, en un mundo que se calienta, los huracanes serán más intensos, traerán más lluvias y causarán peores inundaciones costeras relacionadas en parte con el aumento del nivel del mar. Entre los eventos de este tipo más resaltantes del año destacó el huracán “Michael” (categoría 4). Asoló las localidades de México Beach y Panama City, ambas en Florida, uno de los más intensos que han afectado a EEUU en su historia reciente. Y más al norte de la nación norteamericana, unos meses antes,. huracán “Florence” (categoría 4) cobraba la vida de 36 personas en Carolina del Norte, afectando el suministro eléctrico y obligando a evacuar a unas 1, 5 millones de personas; siendo reseñado como el segundo mayor ciclón en ese país en los últimos 70 años.
Otros desastres significativos en esta categoría ocurrieron en Japón, donde se reportaron 48 muertos por las torrenciales lluvias que afectaron principalmente a las provincias de Kochi, Ehime y Gifu.Luego, las víctimas mortales llegaron a 88, con 58 desaparecidas y casi 2 millones de personas afectadas, que lo perdieron todo, a finales de julio de 2018. Unos 54.000 integrantes del ejército japonés fueron desplegados en las zonas afectadas.
2018-12-15
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