Daisy Galaviz
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Si se padece de una enfermedad en Venezuela se entra en un callejón sin salida; afectados de patologías como diabetes o hipertensión deben hacer "maromas", pues debido a la escasez si cambian lo que toman retroceden o quedan en las mismas.
Luis Miguel García, presidente del Colegio Farmacéutico del Distrito Metropolitano de Caracas y del estado Miranda dice que cuando un paciente no consigue un medicamento no puede hacer lo mismo que al elegir entre una salsa de tomate u otra "si no hay Heinz tu compras Pampero, pero con un medicamento eso no se puede pues retrocedes como el cangrejo".
García dice que una de las medicinas más recomendadas para los venezolanos que sufren de hipertensión arterial son Losartán, Hipersartan y Valsartán, "aunque todos terminan en ‘tan’ no son iguales; cada una tiene componentes diferentes".
El especialista agrega que paciente que se arriesga a comprar "lo que hay" es como si se disparara sin ayuda, pues cada organismo "metaboliza el medicamento de forma distinta".
García resalta que se ha hecho común ver como, ante la ausencia de medicamentos (que en 2016 era de 76%), los pacientes que tenían controlada su patología, ven reiniciada su sintomatología.
Venezuela dice no
A pesar de que la Federación Farmacéutica Venezolana cifra en un 85% la ausencia de medicinas en el primer trimestre de 2017 y es común escuchar a los ciudadanos que no encuentran un antibiótico, o a una mujer que no halla la píldora que su ginecólogo le recetó, el Gobierno hasta hace días se había negado de aceptar cualquier ayuda internacional para resolver la falta de las mismas.
El pasado 24 de marzo el presidente de la República, Nicolás Maduro, dijo que había pedido "apoyo" a la Organización de Naciones Unidas "para atender las heridas económicas y sociales que golpean a nuestro pueblo por la guerra económica y la caída de los precios petroleros". Destacó que pidió ayuda a la Organización con la finalidad de "regularizar todo el tema de los medicamentos".
No cambiar pastillas
Luis Miguel García dice que cambiar de tratamiento no es una opción recomendable y aunque agrega que para muchos ha sido la forma de resolver, "es cuando se generan los inconvenientes".
Coloca el ejemplo de las pastillas anticonceptivas y sus cambios en el organismo (cuando no es la prescrita) pues indica que aunque cumple el mismo rol de interrumpir un posible embarazo "cada sistema es diferente y por ello se da la retención de líquido, mareos, náuseas".
Recetar variedad
La nueva alternativa de los médicos es formular gran cantidad de nombres y estará en el paciente pasar la agonía caminando farmacias.
Karla Rangel, médico, argumenta que desde hace dos años ella y sus compañeros recetan el nombre de medicamento que requiere el enfermo y si este tiene el genérico también lo coloca.
Dice que por antibióticos como el Unasin (nombre comercial) también suscribe Sultamicilina, Ampicilina o Sulbactam. Por analgésicos como Brugesic receta ibuprofeno y así sucesivamente.
De manos atadas
Darwin Morales es farmaceuta y dice que durante esta época (que lleva al menos unos dos años) de escasez no han podido ayudar a los ciudadanos a menos que el medicamento que requieran tenga un simil (los conocidos genéricos); los cuales explica, a pesar de no ser los "patentados" ejecutan el rol pues "entre comillas" alivian la sintomatología del paciente.
Comenta que actualmente existe esta cantidad de genéricos (que aunque también dicen ausente cuando se pasa lista) hay más probabilidad que estén en las vidrieras.
Freddy Ceballos, presidente de la Federación Farmacéutica, respalda esta postura pues dice que los patentados han dicho adiós debido a que "gran cantidad trasnacionales farmacéuticas se han ido del país y no ha habido nada que hacer".
Los genéricos mandan. Para abrir las opciones, Rita Rodríguez quien también es farmaceuta, da ejemplares de algunos genéricos que sustituyen a las fórmulas originales: Capoten por Captopril, Ramipril hace las veces de Altace, Candesartan por Atacand, Ibuprofeno por motrin, Metronidazol por Flegyl y la Enoparina Sódica es el simil de Clexane.
Fórmulas magistrales
En tiempos de escasez nace la creatividad y eso lo ha colocado en práctica la Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Venezuela (UCV), la cual está elaborando compuestos de fármacos a través del Servicio de Fórmulas Magistrales para tratar ciertas afecciones como escabiosis, psoriasis, dermatitis, alergias, quemaduras e inflamaciones.
David de Sousa, presidente de la dependencia, ha dicho que años atrás atendían entre 10 a 20 personas diarias y actualmente pasan de 100.
En el sitio también se encapsulan los fármacos en el caso que el paciente consiga el medicamento pero en dosis diferentes a la prescrita por el médico, esto con el fin de adaptarlas a los miligramos que la persona requiere; el único requisito es el récipe médico y esperar dos días (este es el tiempo que tarda el laboratorio en elaborar y empacar los medicamentos).
Los estudiantes han experimentado y también realizan cremas azufradas, repelente de mosquitos, productos para el cuidado de la piel, medicinas naturales para el estrés y control del sueño, medicamentos para dolores menstruales y antialérgicos.
Entienden que es pequeño el aporte que hacen pero es una alternativa.
2017-03-27