Odell López Escote
Psiquiatra y antropólogo. Mantiene constante análisis de la conducta del venezolano a través de sus distintos contextos. Es especialista en estudiar el comportamiento humano mediante los modelos emocionales; aunque en los últimos años la psicopolítica ha tomado parte en su andar. Luis José Uzcátegui explica que el venezolano ha perdido varias características a consecuencia de la crisis política, económica y social que atraviesa el país.
Bajo su lupa científica, cree que cuando al ser humano se le somete a condiciones extremas, desarrolla un arquetipo humano que busca sobrevivir en una jungla de dificultades.
Si tomáramos una fotografía de la sociedad venezolana, ¿cuáles serían esos rasgos sociales que usted puede ver y son de interés colectivo?
Vamos a comenzar por lo más intenso para la sociedad, y es que al venezolano, por las circunstancias políticas de tantos años acumuladas, y los últimos hechos que han ocurrido, le emerge una respuesta muy visceral, muy primitiva y tenemos en este momento comportamientos que tienen mucha semejanza con los efectos tribales.
El venezolano anda a la caza de un pollo, de un pedazo de papa, de un poco de jabón o cualquier alimento que le permita subsistir, pero también anda en la pesca de muchas cosas, como por ejemplo los bachaqueros. Nos podemos imaginar qué sucede en una sociedad en la que sus habitantes no tienen mayor disponibilidad emocional ni de tiempo, porque estos problemas forman parte de las 24 horas del ciudadano.
Esto lleva a que el venezolano se convierta en un ser extremadamente instintivo, muy primitivo, porque lo que tiene que hacer diariamente es utilizar su mente para ver cómo sobrevive, y para desarrollar todas sus acciones, conductas, emociones para protegerse de cosas que le están generando mucho daño como la inseguridad, entonces vive cercado. Es como vivir en un toque de queda eterno.
En Venezuela ir al trabajo ya representa una gran ansiedad y preocupación o tragedia eterna. Ese dolor que siente el humano cuando no se siente libre.
Nosotros vivimos en un gran campo de concentración como consecuencia de la inseguridad y del miedo que está pululando en el país desde hace muchos años.
¿Es este mismo contexto de país que ha arrancado la racionalidad de los venezolanos?
A cualquier ser humano que coloquen en circunstancias se acomoda para sobrevivir. Si estamos aquí y se presenta alguien para agredirnos y tenemos la posibilidad de salir corriendo, lo hacemos, buscamos la respuesta de sobrevivencia.
La realidad nos está demostrando que la situación es precaria, no hay nada, ninguna dimensión de la que se pueda agarrar el venezolano para sentir un poco de seguridad y confianza social, y sin confianza social, ¿cómo puede vivir el humano?
Hay otros elementos que se le pueden sumar como el proceso histórico del venezolano, su elaboración cultural como sociedad que podríamos mencionar rápidamente.
Podríamos señalar que el venezolano es una mezcla de aquel ciudadano digno, respetuoso, creativo, serio, de décadas atrás, pero a eso se le suma el venezolano que viene moldeándose a consecuencia de la presencia del petróleo. Cuando aparece el petróleo aparece esa abundancia fácil de dinero, de bienes, de circunstancias, y los gobiernos se integran también con un estilo de facilismo, transgresión y corrupción en menor grado. En la psique del venezolano y en su pensamiento se genera una especie de pirata en el cual siempre vive viendo a ver qué nuevo botín saca.
Recientemente aparece un formato político determinante impuesto por Chávez y que modela a la sociedad, la trasgresión como referencia para todo. Si tu eres trasgresor, tú puedes lograr todo, tú eres feliz, algo peligrosísimo, eres ético y digno, eso es lo que se ha vendido. Imagínense lo que puede ocurrir en una sociedad en donde convergen el cielo y el infierno.
Ya esto no es un país, ya no hay instituciones ni organización, hay una ficción porque lo que se generan son actividades acomodaticias.
Otra cosa peligrosa es un país donde se está muriendo su sociedad por falta de medicamentos. Que haya humanos que están consumiendo fármacos de perros para sus problemas biológicos esto es la primivitización (sic) del venezolano.
Hay un término que se ha vuelto casi un cliché, “sociedad enferma”. ¿Es Venezuela una sociedad así?
Venezuela tiene una de las sociedades más sanas del mundo, porque con estas circunstancias en las que está el país, situaciones de degradación, el venezolano aún guapea.
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