2001.com.ve | EFE
La Unión Europea (UE) va a "explorar" la creación de un "grupo de contacto" que facilite un proceso político entre el Gobierno y la oposición a fin de lograr una solución a la crisis que vive el país, sin contemplar "suavizar" las sanciones que actualmente aplica a modo de presión.
"Esta política va a continuar. La UE no está buscando suavizar su posición sobre Venezuela de ninguna manera", afirmó la alta representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini, en una rueda de prensa al término de un Consejo de ministros comunitarios del ramo.
En esa reunión, los titulares europeos "reafirmamos nuestra fuerte posición sobre la crisis política en Venezuela", explicó.
Mogherini dijo que la política de sanciones individualizadas a personalidades del Gobierno de Nicolás Maduro por haber "violado derechos humanos, principalmente derechos políticos", "va a continuar", pero que "por otra parte, también creemos que sólo puede haber una solución política democrática a la crisis".
"Por eso vamos a explorar la posibilidad de establecer un grupo de contacto para ver si se dan las condiciones para facilitar no una mediación -claramente no se dan las condiciones para eso- o un diálogo, sino un proceso político", indicó la política italiana.
En concreto, se refirió a "una manera de estar en contacto con las diferentes partes", no sólo el Gobierno sino también la oposición, e implicando a "algunos actores regionales internacionales".
"Explorar la posibilidades de crear las condiciones para que pueda iniciarse un proceso político", apuntó. Mogherini pidió en todo caso "no crear expectativas", ya que los ministros aún no han decidido la creación de ese grupo.
"Nos preocupa que, ante la falta o ausencia de un proceso político, las tensiones sólo podrían empeorar", dijo, al igual que la situación del pueblo venezolano y de "muchos cientos de miles de ciudadanos europeos".
El ministro español de Exteriores y Cooperación, Josep Borrell, indicó por su parte que "no se trata de cambiar la política y abandonar las sanciones", sino de intentar facilitar un proceso. "La solución no puede ser si no es pactada democráticamente", apuntó.
Borrell aseguró que en el Consejo de hoy hubo, por unanimidad, un "rechazo a cualquier tipo de intervención militar, de uso de la fuerza en cualquiera de sus modalidades". A su vez, recordó que, además de España, Portugal e Italia tienen a muchos ciudadanos con doble nacionalidad en Venezuela.
Por lo que respecta a la crisis migratoria en la región que ha generado la situación política en Venezuela, fue un asunto que los ministros europeos abordaron con el alto comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, invitado al Consejo.
"El Gobierno venezolano cree que las cifras que se dan sobre el movimiento migratorio no son tan grandes, pero el responsable dice que supera los dos millones", comentó Borrell.
Ante esta situación, aseguró que "no se trata en absoluto de cambiar la política" de sanciones de la UE hacia Caracas, sino de "modularla en función de las posibilidades que tenga la Unión de hacer algo más que aportar ayuda humanitaria".
"En este momento aportamos ayuda humanitaria, pero en unas cantidades fuera de dimensión con respecto a la magnitud del problema", consideró. Borrell señaló que "ha quedado claro que muchos países consideran que hay que asociar ambas cosas: mantener la presión vía sanciones, exigencia de respeto a los derechos humanos".
2018-10-15
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