2001.com.ve | REUTERS
Los venezolanos que están buscando vías de escape de su disfuncional economía socialista, están inundando el remoto pueblo brasileño de Pacaraima, en busca de productos básicos que son prohibitivamente caros en casa o sólo disponibles después de horas de espera en enormes colas.
Los compradores han estado haciendo el viaje desde hace meses, sobre todo desde la ciudad industrial de Puerto Ordaz -un viaje en autobús de 12 horas-, pero últimamente también están llegando desde regiones más remotas.
Los bajos precios del petróleo y los enormes costes de servicio de la deuda han dejado al país sin dólares para importar suficientes bienes, mientras los controles de precios y de divisas han paralizado la industria local, pero mientras la oposición culpa al presidente Nicolás Maduro de la crisis e intenta desbancarlo a través de un referéndum revocatorio, el mandatario alega que es víctima de una "guerra económica" liderada por Estados Unidos.
"La Línea"
Presionadas por los residentes después de que Nicolás Maduro cerró la frontera occidental con Colombia el año pasado, las autoridades venezolanas permitieron el paso temporal de cientos de miles de personas, pero Bogotá dijo que no permitiría más de estas reaperturas luego de una avalancha de más de 100.000 compradores a ciudades colombianas. La frontera con Brasil, sin embargo, nunca se cerró.
En Pacaraima, conocida por los venezolanos como "La Línea", porque está inmediatamente al otro lado de la frontera, las tiendas de comestibles -y hasta de autopartes y animales- ahora están inundadas de pilas de sacos de arroz, azúcar y harina.
En Pacaraima, el azúcar y arroz se venden hasta 45 por ciento menos del precio de mercado negro de Venezuela, por lo que vale la pena el viaje a pesar de lo ajetreado.
2016-08-10