Valeria Rodríguez Villapol | [email protected]
El sistema monetario en Venezuela se encuentra desprotegido ante los delitos de falsificación y contrabando de billetes, ya que existe un vacío legislativo que se creó con las últimas reformas al Código Penal y a la Ley del Banco Central, donde no están tipificados como crímenes. Así lo señaló el abogado e investigador del Instituto del Delito Organizado, Fernando Fernández, quien denunció que “ya ha habido sentencias donde los falsificadores han quedado impunes porque ya eso no es delito”.
El abogado explicó que “Venezuela quedó como una especie de paraíso donde se podría circular divisas falsas y no sería delito. Esto es muy malo frente al crimen organizado porque le da un campo para abrir un mercado ilícito con repercusiones internacionales, pero que en el país no va ser penalizado severamente”.
El origen del problema. El abogado Fernández detalló que en un inicio era muy importante proteger a las monedas que se hacían en las casas de comercio y en los bancos, especialmente los billetes, porque se buscaba salvaguardar la representación de su valor monetario con respecto a su peso en metal.
Señaló que esto fue hasta que se transformó el sistema monetario de forma que el papel moneda paso a ser simbólico y no una representación directa de una reserva de oro, por dos razones: porque el oro se hizo escaso para respaldar las monedas en todo el mundo y sobre todo porque se crearon los llamados bancos centrales en varios países como: la Unión Soviética, Albania, Dinamarca, Serbia, entre otros.
El Banco Central de Venezuela (BCV) se crea en Venezuela en 1949, pero no fue sino hasta 1992 cuando se cambió el dispositivo que estaba en el Código Penal. Fernández indicó que se le dio un valor simbólico para los billetes y que necesariamente todos los delitos del Código Penal quedaron derogados.
“Al quedar derogados, quedaron sin vida, no obstante, se han hecho varias reformas del Código Penal y se han vuelto a imprimir los mismos delitos como si estuvieran vigentes, pero no lo están y no tutelan al sistema monetario actual, sino a las nuevas monedas que no existen”, recalcó Fernández.
El investigador también denunció que cuando se reformo la ley del BCV, en el 2001, todo el capítulo que estaba en la legislación que señalaba la derogación de todos los delitos monetarios correspondientes al anterior sistema monetario desapareció.
¿Un error voluntario? El abogado afirmó que se cometen numerosas equivocaciones a la hora de realizar reformas a leyes y al Código Penal. Entre ellas, señaló: “el delito de abuso de autoridad fue derogado sin querer cuando se hizo la reforma de la ley de salvaguarda del patrimonio público y durante 20 años no se restableció”.
El experto comentó que hay quienes defienden que estos errores son “sin querer” y otros dicen que sí hay una intencionalidad. Sobre esto agregó: “Si tú analizas la reforma de la Ley del Banco Central de Venezuela que hizo el presidente Maduro en el 2014, ahí se establece que el Banco Central creará la moneda comunal y la Ley Orgánica de Régimen Comunal establece que ésta servirá para el trueque, esto genera incertidumbre sobre qué sucederá con la moneda” .
Consecuencias del caos. Los desbarajustes en materia monetaria tienen dos consecuencias principales, según Fernández. En primer lugar, se genera la necesidad de tener que utilizar muchos billetes de cualquier denominación para adquirir los bienes más baratos. “Como no hay monedas nuevas de Bs 500, 1.000 o 2.000, terminas llenando la cartera con un montón de papel”, señaló.
La otra consecuencia, más peligrosa, es la inflación e hiperinflación porque es un dinero que no tiene respaldo. El experto indicó que el consumidor pierde la certeza ya que los precios aumentan a un ritmo alarmante, lo que produce pobreza y menesterosidad. “Pobreza porque el poder adquisitivo de la clase media se reduce y menesterosidad, que es indigencia, porque se entra en un estado de supervivencia, si ves un mango te lo comes, si no buscas raíces y así vas”, recalcó Fernández.
La vuelta a la legalidad. El abogado considera que la solución es proteger a la moneda y al sistema monetario contra los delitos, reformando la ley del Banco Central o el Código Penal para que los crímenes vuelvan a ser sancionables por ley.
2016-09-03
Valeria rodríguez villapol