La pizarra es un instrumento de enseñanza que estudiantes y profesores usaron por décadas y aún las utilizan. En Venezuela las pizarras pasaron por una evolución y los cambios se debieron a varios factores.
La transición de las pizarras de madera verde a las acrílicas blancas en el país, fue un proceso gradual que se inició en la década de 1960 y continuó a medida que la tecnología y las prácticas educativas avanzaban.
Las pizarras acrílicas primero se introdujeron en los colegios y universidades; y luego se expandieron a otras instituciones educativas. En algunos casos la llegada de las pizarras acrílicas se dio como parte de programas de modernización del mobiliario escolar.
Las acrílicas existen desde hace décadas y sustituyeron a su antecesora, la verde, por factores como mayor durabilidad, facilidad de limpieza y posibilidad de utilizar marcadores en lugar de tiza.
Principales razones para el cambio
Mejor higiene y salud debido a que el polvo de la tiza que se desprende de las pizarras de madera al escribir y borrar, puede provocar problemas respiratorios en algunas personas. Las pizarras acrílicas, que se borran con borradores y no producen polvo, son una opción saludable.
Facilidad de uso y mantenimiento. Las pizarras acrílicas son más fáciles de limpiar y no requieren productos especiales para borrar; lo que facilita su mantenimiento y prolonga su vida útil en colegios.
Tienen mayor visibilidad debido a su superficie brillante que facilita la proyección de la luz y mejora la legibilidad de lo que se escribe. Esto contribuye a una mejor experiencia visual para los alumnos.
Las acrílicas son más versátiles porque pueden ser utilizadas con variedad de marcadores de colores y se pueden adaptar a diferentes necesidades educativas, como creación de gráficos o la presentación de información visual, según la revista Escuela y Pedagogía.
Otra razón para migrar a las pizarras acrílicas es el impacto ambiental. La madera utilizada en las pizarras tradicionales es un recurso renovable; pero su uso en grandes cantidades puede tener un impacto ambiental.
Las acrílicas, por su durabilidad y facilidad de mantenimiento, pueden contribuir a la sostenibilidad del sistema educativo, de acuerdo con datos de Cupa Pizarras.
Para realizar el cambio de las pizarras verdes a las acrílicas en colegios es conveniente tener claro las ventajas y desventajas de cada una de ellas.
Elegir la pizarra correcta dependerá de factores como el uso específico, la facilidad de mantenimiento, durabilidad y, obviamente el presupuesto.
La pizarra blanca o acrílica es la indicada para aulas, oficinas y salas de conferencia Ventajas: no produce polvo, fácil de limpiar. Desventajas: puede mancharse con el uso prolongado si no se limpia adecuadamente.
La pizarra verde es tradicional en entornos educativos, especialmente donde el presupuesto es limitado. Usa tiza y es menos reflectante.
Ventajas: precio económico, menos brillo que las blancas. Desventajas: produce polvo de tiza, que puede ser un problema para personas con problemas respiratorios.
Precios
Las pizarras acrílicas se consiguen en varios tamaños y precios. En Mercadolibre.com una pizarra blanca, con marco de aluminio, de 2.40 por 1.20 cuesta $ 160; otra de 200 cm por 120 cm a $ 150. Pizarra de 80 cm por 120 cm a $ 59,95.
La tienda @escarcha2s ofrece pizarras acrílicas de 240 cm por 120 cm a $ 175; de 180 cm por 120 cm a $ 130.
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