El Fútbol Club Barcelona cayó este miércoles 0-3 en el Camp Nou, certificando de esa forma la eliminación en primera ronda de la UEFA Champions League a manos del Bayern de Múnich.
Barcelona es carne de Europa League
Por segundo año consecutivo los de Xavi Hernández quedan fuera en la fase de grupos del máximo torneo europeo de clubes, un fracaso rotundo tomando en cuenta lo que invirtieron en el mercado de fichajes.
Más de 200 millones de euros gastó la administración de Joan Laporta en contrataciones rimbombantes que en la hora de la verdad no pudieron rendir a la causa culé en los días donde debían dar un golpe en la mesa. Lewandowski, por ejemplo, costó 50 millones de euros y no pudo marcarle ni a Inter ni a su ex equipo Bayern en casa y afuera.
Eso, para un equipo que depende en demasía de su olfato goleador es crucial. Otros como Raphinha, Kessié, Christensen o Koundé poco pudieron hacer para evitar la debacle. En el caso del segundo fue titular en el último partido y poco aportó en el centro del campo.
Laporta dijo que la eliminación forma parte del proceso, pero lo cierto es que después de la delicada situación económica azulgrana estaban obligados a cumplir una serie de objetivos que no alcanzarán.
Fracaso consumado
Asimismo, lo presupuestado a inicios de curso (Eduard Romeu, vicepresidente económico hizo énfasis en ese apartado) afectarán en la parcela económica, y ahora están obligados a ganar una Europa League que solo cumple con lo que hubiesen percibido por llegar a cuartos de final en Champions.
Además, nadie asegura que tomando como precedente la eliminación ante el Eintracht de Frankfurt en 2021, lo vayan a lograr. A fin de cuentas en el deporte el azar jamás pierde vigencia.
Es el fracaso consumado de un equipo que en Europa sigue sin competir y que después de 200 millones y poquito más invertidos no logran salir del foso. Preocupante y para reflexionar.