Stefany Izquiel | [email protected]
Una comisión de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y dos grupos identificados como “colectivos” asesinaron a Pablo Tovar, de 13 años de edad, mientras volaba un papagayo. El hecho fue a las 11 am del martes, mientras el menor estaba en la platabanda de su casa, en el barrio Los Mangos de El Cementerio.
El adolescente, que presentaba una discapacidad intelectual moderada, vio llegar a los funcionarios y colectivos vociferando órdenes inteligibles para él, debido a su condición psiquiátrica. Se asustó y al intentar huir del techo donde jugaba, fue impactado por varios disparos que le propinaron los efectivos en el costado, según los habitantes del barrio.
“El catire”, como era conocido en la comunidad, bajó herido por la calle y se encontró con su hermano de 10 años de edad, quien se quitó la franela para intentar detener la sangre que brotaba de sus heridas, pero varios efectivos lo apartaron y le ordenaron que se escondiera en su vivienda.
“Mi ropa y mis zapatos se llenaron de sangre. Ellos lanzaron muchos tiros y nos empujaron para que entráramos a la casa cuando quisimos ayudarlo. Nos dijeron que lo dejáramos tirado en el suelo porque él era un malandro”, dijo el niño en una protesta que realizaron ayer los habitantes del barrio Los Mangos.
Una vecina que conocía a Tovar, le dijo a los funcionarios que él era una persona con discapacidad y no era un delincuente. Los funcionarios le respondieron que el adolescente tenía una pistola y no cargaba consigo el carnet que indica la discapacidad.
Los asesinos. Katherine Escalona, residente del barrio, dijo que vio y oyó cuando “un efectivo de apellido Cruz ordenó a otro, a quién llamaba ‘Lozada’, que le dispara al menor de edad porque era discapacitado y había que deshacerse de él”. Escalona salió para intentar auxiliar a Pablo, pero éstos le informaron que lo trasladarían al hospital Pérez Carreño.
“Lo matamos porque era un delincuente, tenía una pistola y no se detuvo cuando le ordenamos que se quedara quieto”, dijeron los policías. Sin embargo, esa versión policial fue desmentida por los familiares y allegados.
Los uniformados dejaron al adolescente 30 minutos en el piso de la calle e impedían que alguien más lo trasladaran a un hospital. “Lo dejaron ahí mientras se desangraba y luego se lo llevaron en una patrulla de placas P3400291 al Pérez Carreño”, informó Reina García, enfermera del módulo Barrio Adentro de Los Mangos.
García también dijo que “esto no debe suceder en un país, si ellos están actuando en nombre de la ley y hacen estos desastres ¿en quién podemos confiar nosotros?, ¿tenemos que tomar la justicia por nuestras propias manos?, nosotros no queremos llegar a esos extremos, para acá no van a volveran a entrar a matar a nuestros jóvenes que son inocentes, estudiantes y trabajdores”.
Los uniformados de la PNB estuvieron acompañados de los integrantes de los grupos colectivos identificados como “Divino Niño” y “Sendero Luminoso” durante todo el operativo, según los vecinos que presenciaron el siniestro.
2017-07-12