Al menos 24 personas murieron en tres atentados con coche bomba coordinados en la provincia de Idlib, según informaron la oposición y medios estatales, un día después de que 87 personas perdieran la vida en una explosión en la universidad de Alepo.
"Las primeras informaciones apuntan a que la mayor parte de las víctimas formaban parte de las tropas del gobierno", informó el director del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, Rami Abdul Rahman.
Las explosiones de este miércoles tenían como objetivo vehículos policiales situados cerca de los cuarteles generales de la ciudad, informó Abdul Rahman. Sin embargo, según la televisión siria, los atentados ocurrieron en una autopista de Idlib.
En total, los enfrentamientos internos dejaron el martes 230 muertos, entre ellos 42 soldados, y este miércoles los opositores al régimen contaron 111 víctimas fatales.
En tanto, la cifra de muertos por el atentado la víspera en Alepo subió a 87, según el Observatorio. Los muertos son principalmente estudiantes, docentes y desplazados que buscaron refugio en las instalaciones de la alta casa de estudios.
El ataque en Alepo equivale a un crimen de guerra, señaló el secretario general de las Naciones Unidas Ban Ki-moon. "Apuntar deliberadamente contra civiles constituye un crimen de guerra", aseveró Ban sobre los hechos del martes. "Estos ataques atroces son inaceptables y deben detenerse inmediatamente", agregó.
El portavoz de la ONU Eduardo del Buey dijo que Ban "condena duramente" los ataques y expresó sus condolencias a las familias de las víctimas. El secretario general de las Naciones Unidas también reclamó una investigación inmediata.
Asimismo los sirios sienten gran indignación por el atentado. "Aquí debe correr tinta y no sangre", opinó un activista a través de Twitter. "Aquí murió una de las mejores personas del mundo, Sawsan al Haki", escribió un crítico del régimen sobre una docente muerta./DPA
(KC)