EFE
Cuatro exfuncionarios que pertenecían a la policía científica de Venezuela fueron condenados a penas de entre 8 y casi 16 años de cárcel por su responsabilidad en la muerte de Karen Berendique, hija del cónsul de Chile, en marzo de 2012, informó el Ministerio Público (MP).
"Ante el acervo probatorio expuesto por el Ministerio Público, fueron condenados a penas que oscilan entre 8 y casi 16 años de prisión cuatro exfuncionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), por su responsabilidad en la muerte de Karen Vanessa Berendique", dijo el MP en un comunicado.
En el escrito se indica que 4 de los 12 funcionarios que fueron llevados a juicio fueron encontrados culpables de tener responsabilidad en la muerte de la hija del cónsul de Chile en Maracaibo (oeste, estado Zulia), Fernando Berendique Benavente.
"El exagente Luis Bohórquez fue condenado a 15 años y 9 meses de prisión por ser coautor en el delito de homicidio intencional en perjuicio de Karen Berendique", informó la Fiscalía, que también indicó que el exfuncionario Jeferson Villalobos fue condenado a 15 años y 8 meses "por ser coautor en el homicidio intencional".
Asimismo, el MP notificó que los exfuncionarios Fernando Urdaneta y Dinolkys Reyes fueron sentenciados a 8 años y 3 meses de prisión "como cómplices simples en el homicidio intencional, y lesiones menos graves en grado de complicidad correspectiva".
"Todos fueron condenados por uso indebido de arma de fuego", agregó el MP.
El 16 de marzo de 2012, en el sector Monte Bello de la ciudad de Maracaibo, falleció Karen Berendique, de 19 años, luego de recibir dos impactos de bala al, supuestamente, no detenerse en un retén policial.
Por este hecho, las autoridades venezolanas detuvieron a 12 funcionarios de la policía científica.
El entonces director del Cicpc, José Humberto Ramírez, confirmó la participación en los hechos de funcionarios de ese organismo, que estaban haciendo labores de investigación para dar con una banda de robo y hurto de vehículos de la zona.
Ramírez aseguró que se trataba de un "hecho aislado, personalista y que no tiene nada que ver con las directrices de la institución".