Redacción 2001.com.ve
Ayer una familia realizó los arreglos funerarios de Roswil Ernesto Belisario Tovar, de 25 años; Yoandri Trujillo Tovar (20), Darwin Gabriel Rojas Tovar (28) y Carlos Jeanpier Castro Tovar (19). Todos murieron junto el pasado 18 de mayo cuando los oficiales del Cicpc llegaron hasta su hogar en la calle Capilla Santa Ana, ubicada en San Bernandino.
"Comíamos en la casa de mi mamá, cuando una patrulla de la división de vehículos llegó. Nosotros les abrimos la puerta, calmados. Ellos comenzaron a preguntar y a sacarnos de la casa. Solo dejaron a mis hermanos y primos", explicó Kimberly Olivares, hermana y prima de los difuntos.
Señaló que en ese momento sus parientes se levantaban de la cama. Los oficiales llegaron encapuchados, mientras que la madre de Darwin y Carlos les hacía las arepas para desayunar. Ellos ingresaron al hogar después que la madre Darwin los deja ingresar.
Explicó que después de salir de la casa, los funcionarios policiales comenzaron a tapar las ventanas de la casa con las sábanas de la familia. En cuestión de segundos se escucharon las detonaciones.
"Ellos nos habían dicho que solo era un operativo de reconocimiento, pero luego comenzaron a disparar", agregó Olivares, quien aseguró que los efectivos luego de acabar con la vida de sus parientes, montaron una escena de crimen para decir que fue un "enfrentamiento".
Cero enfrentamientos
Los familiares de Roswil, Carlos, Yoandri y Darwin desmintieron que hubo algún enfrentamiento o persecución por parte de sus parientes hacia los funcionarios de la Cicpc, como había sido reseñado en la prensa nacional por las versiones ofrecidas por los efectivos de seguridad.
"No hubo ningún enfrentamiento, los muchachos no tenían armas en la casa. Y mucho menos los estaban persiguiendo desde la calle porque ellos estaban durmiendo", afirmó Gladis Rivas, esposa de Darwin.
La mujer negó que sus parientes estén implicados en algún delito. "Ellos no son hampones, uno de los muchacho trabajaban", agregó.
Yhoandri Antonio Trujillo Nuñez trabajaba en la Alcaldía de Caracas como ayudante de servicios generales. Mientras que Darwin Rojas Tovar laboraba como personal de mantenimiento del clínico universitario.
Se llevaron la comida. Gloria Tovar, madre de Darwin y Carlos, señaló que durante la operación donde fallecerían sus hijos, los efectivos de seguridad se llevaron sus víveres del hogar.
"La pasta de diente, café y harina de maíz, fueron algunas de los alimentos que se llevaron los policías", puntualizó la señora.
Señaló que los policías no deben entrar y matar a las personas sin antes hacer investigaciones. Denunció al gobierno por permitir eso.
Los restos de las víctimas por el "abuso policial" fueron velados en la funeraria La Virginia, ubicada detrás de la Iglesia San Pedro. Los familiares exigen justicia.
2016-05-21