El telescopio más grande de Australia y unas 14 propiedades ha sido dañados por los incendios que afectan al sureste del país, mientras que un bombero ha sido encontrado muerto, informaron medios locales.
La Policía cree que el bombero, de 60 años, murió por causas naturales cuando realizaba tareas de prevención, a unos tres kilómetros de los fuegos activos en la isla de Tasmania, antes de que su equipo encontrara ayer el cadáver.
El incendio que arde en el Parque Nacional Warrumbungle, en el estado de Nueva Gales del Sur, destruyó parcialmente las instalaciones del observatorio Sinding Spring, arrasó unas 14 propiedades y 40.000 hectáreas de terreno, obligando a evacuar anoche a un centenar de residentes.
El observatorio, gestionado por la Universidad Nacional Australiana (ANU por siglas en inglés), se construyó en la cordillera Warrumbungle, a unos 500 kilómetros al noroeste de la ciudad de Sídney, por su altitud, baja humedad y el aire limpio de la zona.
El vicerrector en funciones de la ANU, Erik Lithander, dijo a la cadena australiana ABC que el incendio destruyó cinco edificios de Sinding Spring, aunque al parecer los telescopios se mantienen intactos.
"Una evaluación visual preliminar señala que los telescopios no han sido dañados, pero la magnitud del impacto del incendio en los instrumentos se sabrá al final de la jornada", señaló la ANU en un comunicado de prensa divulgado hoy.
El estado de Nueva Gales del Sur, donde arden unos 170 incendios, es una de las áreas más afectadas por las altas temperaturas y fuertes vientos que han azuzado inmensos incendios forestales especialmente en el sudeste de Australia.
Los bomberos también luchan por controlar los incendios en el estado de Victoria, en el sudeste australiano, mientras que la amenaza se ha reducido en el centro de la isla-continente, según la ABC.
La Comisión de Cambio Climático del Gobierno australiano advirtió de que los máximos históricos de calor se han duplicado desde los años 60, por lo que prevé un aumento de los incendios en los próximos años.
Según el informe de la comisión divulgado el fin de semana pasado, la temperatura media ha aumentado en Australia 0,9 grados centígrados desde 1910, lo que tiene graves consecuencias en los patrones climatológicos.
El pasado 7 de enero, Australia alcanzó una temperatura récord con 40,33 grados de media, mientras que entre los días 2 y 8 el calor medio superó los 39 grados centígrados, doblando otro máximo registrado en 1973./EFE
(KC)