Un hombre de 69 años de edad, quien trabajaba como pizzero enfrenta un juicio en Aveyron, Francia, por el asesinato y descuartizamiento del ciudadano Georges Meichler, un hombre de 60 años.
Philippe Schneider, excarnicero que ahora opera una pizzería, habría confesado su responsabilidad en el asesinato de Meichler durante un intento de robo de cannabis, informó Mil21.
Tras la muerte de la víctima, aparentemente por asfixia, el acusado desmembró su cuerpo y cocinó algunas partes con verduras para ocultar el crimen. Su abogado afirmó que el pizzero estaba bajo el efecto del alcohol y drogas.
Schneider está acusado de secuestro con resultado de muerte y otros delitos, mientras que otras personas enfrentan cargos por complicidad. Se espera el veredicto para este 22 de mayo.
A pesar de que Schneider habría confesado los hechos, según reportes, durante la investigación ofreció diversas versiones sobre lo sucedido.
El crimen ocurrió en febrero de 2023 en el pueblo de Brasc. La víctima, Georges Meichler, de 60 años, vivía solo en una casa aislada sin agua corriente ni electricidad.
Fue su hija quien, al no poder contactarlo, llamó a las autoridades. Además, informó a los funcionarios que comenzó a recibir mensajes de texto extraños que no coincidían con el estilo habitual de su padre.
Las investigaciones llevaron a los agentes hasta Schneider y su pareja, Nathalie Caboubassy, de 45 años, quienes se movilizaban por el pueblo en el automóvil de Meichler.
Ambos se presentaban como “druidas” y habían residido en la región desde 2019. Inicialmente, Schneider abrió una venta de brebajes herbales en un establecimiento que hacía pasar por un “sex shop” con “pociones mágicas”. Tiempo después abrió su pizzería “Don Filiippo”, en la comuna Saint-Sernin-sur-Rance.
Cuando fueron detenidos, afirmaron que Meichler les había prestado el auto mientras estaba de vacaciones; sin embargo, esta versión fue desmentida.
Posteriormente, Schneider intentó atribuir la muerte a un accidente durante un altercado. En su último relato, admitió haber ido a la casa de Meichler a robar cannabis, con la ayuda del sepulturero Loup Benrakia, quien también es sospechoso.
Según el testimonio de Schneider, ambos ataron y amordazaron a Meichler, y al finalizar su búsqueda se dieron cuenta de que había fallecido por asfixia.
Los implicados habrían esperado tres días “para respetar la transmigración del alma”; luego, Schneider desmembró el cuerpo con un cuchillo de carnicero y quemó algunos órganos.
Poco después, volvió a la casa de Meichler para cocinar partes del cadáver junto a verduras con el fin de disimular el olor. Finalmente, incineró la cabeza, las manos y los pies del hombre y dispersó las cenizas mientras oraba por la salvación del alma del difunto.
El abogado defensor de Schneider, Luc Abratkiewicz, declaró que su cliente asume plenamente su responsabilidad por todos los actos que se le imputan. Según él, Schneider estaba bajo los efectos del alcohol y las drogas en el momento del crimen y presentaba un estado mental alterado.
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