El gobierno de Estados Unidos ha ordenado al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) incrementar drásticamente el número de detenciones diarias, fijando una meta de 3.000 arrestos por jornada.
Esta medida, impulsada por Stephen Miller, asesor principal de Trump, y Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional, forma parte de una estrategia más amplia para superar el millón de detenciones anuales.
Sin embargo, algunos funcionarios han expresado su escepticismo sobre la factibilidad de alcanzar este objetivo, reseña Infobae.
En una reciente reunión, el subsecretario de la Casa Blanca, Stephen Miller, quien también abordó el tema en una entrevista con Fox News, ejerció una considerable presión sobre los funcionarios del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
Este tono generó inquietud entre los asistentes, quienes temen por su seguridad laboral si no cumplen con los nuevos y ambiciosos objetivos de detención.
Miller enfatizó que la administración no solo busca reforzar la seguridad fronteriza, sino también sentar un precedente de aplicación rigurosa de las políticas migratorias en todo el territorio estadounidense.
La Casa Blanca, por medio de su portavoz Abigail Jackson, reafirmó el compromiso de la administración con la deportación efectiva de inmigrantes indocumentados, haciendo hincapié en que estas acciones son cruciales para la seguridad del pueblo estadounidense.
Desde el inicio de su presidencia, Donald Trump ha posicionado la ley de inmigración como un pilar fundamental de su gobierno.
Políticas migratorias del gobierno de Trump buscan incrementar récord de arrestos por parte de ICE
La administración Trump está impulsando una política para acelerar las deportaciones masivas de inmigrantes que ingresaron al país durante el gobierno de Joe Biden.
Stephen Miller confirmó en una entrevista con Fox News que el objetivo es triplicar los arrestos diarios del ICE, buscando mantener un ritmo constante de detenciones.
De acuerdo con Infobae, estos esfuerzos no solo pretenden cumplir las promesas de campaña del presidente Trump de reducir la inmigración, sino también superar las cifras de detenciones de administraciones anteriores.
Para lograr estoas ambiciosos objetivos, el gobierno federal ha solicitado financiación adicional para extender la capacidad de detención del ICE e incrementado contratos valorados en hasta 45 mil millones de dólares, según informes de The Hill.
Además, se ha expandido el programa 287(g), que autoriza a las fuerzas estatales y locales a realizar arrestos de inmigrantes.
Estas medidas han captado la atención del Congreso, ya que requieren recursos económicos significativos para respaldar esta expansión sin precedentes de las operaciones de detención.
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