En los últimos meses, Chicago ha experimentado un aumento significativo en las deportaciones de inmigrantes, lo que ha generado preocupación y debate en la opinión pública.
Este fenómeno se debe a una combinación de nuevas políticas federales y acciones implementadas en la ciudad, destaca el portal RPP.
Las razones
En primer lugar, la llamada "Operación Salvaguardia", lanzada durante la presidencia de Donald Trump, que se centra en ciudades santuario como Chicago, buscando localizar y deportar a inmigrantes indocumentados, especialmente aquellos con antecedentes penales graves.
En segunda posición, un acuerdo sin precedentes entre el Servicio de Impuestos Internos (IRS) y el ICE permite compartir información fiscal, lo que facilita el rastreo de personas sin estatus legal.
La tercera razón, la aplicación de la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, que permite acelerar deportaciones.
El cuarto motivo, la imposición de multas de hasta $1,000 diarios a quienes no acatan órdenes de deportación.
Y por último, el aumento de redadas en ciudades santuario, afectando a miles de familias que viven en un clima de temor e incertidumbre.
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