¿Te has preguntado alguna vez cómo logran algunas celebridades mantener un rostro fresco y energía inagotable? No es solo cuestión de dinero.
Mientras muchos presumen de sus rutinas de belleza y dietas imposibles, Dakota Johnson ha revelado que hay un verdadero “truco de oro” al que no renuncia nunca: dormir.
Desde su salto a la fama con “Cincuenta sombras de Grey”, la actriz ha sido sinónimo de elegancia, naturalidad y, sobre todo, autenticidad. Lejos de seguir la filosofía del “no pain, no gain”, Johnson defiende que un descanso profundo y prolongado es la clave para su salud mental, su rendimiento y, por supuesto, su mejor “tratamiento de belleza”. ¿El resultado? Una piel radiante, una mente clara y una rutina de trabajo imparable.
“No puedo ser funcional si duermo menos de 10 horas; puedo dormir hasta 14 fácilmente”, confiesa la actriz.
Con este enfoque, Dakota hace un claro guiño a la idea de que la belleza real nace desde dentro y no por el dinero o la fama. ¿Te imaginas dormir tantas horas sin sentirte culpable? Para ella, es toda una declaración de intenciones: priorizar su bienestar sobre el calendario frenético de Hollywood.
Ni dinero ni fama ¿por qué tanto descanso?
Dormir más de 8 horas suele asociarse con pereza o desórdenes del sueño, pero la realidad es que cada cuerpo tiene un “reloj biológico” distinto. Mientras que la mayoría necesita entre 7 y 9 horas para recuperar energía, hay personas –como Johnson– que funcionan de manera óptima con un descanso prolongado.
Durante el descanso nocturno los órganos trabajan arduamente para mejorar nuestra salud. Miremos algunos beneficios que obtiene nuestro cuerpo al dormir:
Regeneración celular: durante el sueño profundo se activan procesos de reparación de la piel y tejidos.
Equilibrio hormonal: se regula el cortisol (la hormona del estrés) y se potencia la producción de colágeno.
Salud mental: un descanso adecuado mejora la memoria, reduce la ansiedad y fortalece la concentración.
Estos beneficios explican por qué algunos expertos apuntan a que la variabilidad en las necesidades de sueño depende de la genética, el nivel de estrés y la calidad del descanso — no solo la cantidad — que cada persona logre alcanzar cada noche.
"El dormir mantiene todos los aspectos del cuerpo de una forma u otra: el equilibrio energético y molecular, así como también la función intelectual, el estado de alerta y el humor", explica el Dr. Merrill Mitler, experto en sueño y neurocientífico del National Institutes of Health NIH.
Una persona adulta necesita dormir entre siete y ocho horas cada día.
"Las personas que duermen más de 10 horas al día tienden a tener peor estado de salud que aquellas que duermen un promedio de 7 u 8 horas", dice Susan Redline, profesora de la Universidad de Harvard y médica de la división de desórdenes del sueño del hospital Brigham and Women's de Boston, en EE.UU, en una reseña de BBC
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