El 15 de marzo, el gobierno de Donald Trump embarcó a más de 200 hombres en tres aviones con destino a El Salvador, donde serían encerrados en la prisión CECOT.
Un video de ellos siendo conducidos a vehículos policiales se volvió viral, simbolizando la postura de Estados Unidos hacia inmigrantes acusados de vínculos con pandillas.
Sin embargo, ocho mujeres que también estaban en los aviones nunca descendieron. Según documentos judiciales, El Salvador se negó a recibirlas y fueron enviadas de regreso a Estados Unidos.
En una entrevista con NBC News, dos de estas mujeres, las venezolanas Heymar Padilla Moyetones y Scarleth Rodríguez, describieron el caos durante los intentos de deportación.
Afirmaron que los funcionarios de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) las engañaron sobre su destino, prometiendo que irían a Venezuela.
Moyetones expresó su decepción, afirmando que "hacer las cosas de manera correcta no garantiza una salida tranquila".
“Nos mintieron”, agregó la venezolana de 24 años. “Nos dijeron que íbamos a Venezuela y resulta que no. Al llegar a nuestro destino, nos dijeron que estábamos en El Salvador”.
Además, contó que los agentes de ICE la mantuvieron en el avión. "No nos dejaron salir. Nos dijeron que íbamos a regresar, que íbamos a regresar aquí", dijo.
Ambas niegan vínculos con bandas delictivas venezolanas y ahora están recluidas en un centro de detención en Texas, donde se han apoyado mutuamente.
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