En medio de una creciente tensión social, el presidente Donald Trump ha ordenado el despliegue de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional en la ciudad de Los Ángeles, como respuesta a las masivas protestas desatadas por las recientes redadas migratorias llevadas a cabo por agentes federales en zonas hispanas de la ciudad.
Según información publicada por el portal web de EFE, durante el sábado se vivió el segundo día consecutivo de operativos en lugares de trabajo, especialmente en la localidad de Paramount, donde decenas de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) realizaron allanamientos que resultaron en al menos 65 trabajadores arrestados.
La comunidad respondió de inmediato: cientos de manifestantes se congregaron para bloquear la salida de los vehículos federales, lo que derivó en enfrentamientos que incluyeron el uso de gases lacrimógenos por parte de las autoridades y la detención de varios manifestantes, entre ellos el presidente del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios de California, David Huerta.
El gobierno federal justificó el envío de la Guardia Nacional como una medida para “restablecer el orden” ante los disturbios y la resistencia de los manifestantes a los operativos migratorios.
Sin embargo, líderes estatales como el gobernador Gavin Newsom calificaron la decisión de “intencionadamente incendiaria” y advirtieron que solo agravará las tensiones sociales.
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