Recordemos que la autodeportación a través de CBP Home es una iniciativa, del Departamento de Seguridad Nacional de EEUU (DHS), que busca incentivar a extranjeros en situación irregular en el país a salir voluntariamente.
Incluso, se ofrece asistencia como viajes gratuitos, un bono de $1.000 y la condonación de multas por presencia ilegal o por no cumplir órdenes de remoción.
Desde el DHS han estado promocionando que la “salida voluntaria” es la solución que más le conviene a los inmigrantes, indicando que el proceso es sencillo y rápido. Sin embargo, no ha sido así para todos, como lo reseña el portal de Conexión Migrante.
Resulta que se han recibido reportes de múltiples usuarios que, además de verse sobrepasados por las políticas migratorias, tienen que batallar para culminar un proceso al que, a fin de cuentas, se han visto forzados.
Proceso poco amigable y no tan eficiente
En principio, es importante entender que algunos migrantes que ya iniciaron el proceso no han logrado salir del país en los tiempos señalados.
Llenar el formulario es un proceso no es tan fácil para los indocumentados, algunos manifiestan requerir ayuda.
De hecho, muchos tienen que solicitar el apoyo de organizaciones para poder hacer la petición de salida voluntaria por medio del CBP Home.
Ya que no hay una forma efectiva de recibir ayuda por parte del gobierno, quienes son los que promueven esta herramienta como el “ideal” de las deportaciones en el país.
Otro reporte es que, algunos que han realizado el proceso se han quedado sin sus papeles, ya que han sido retenidos por las autoridades, y se quedan en una especie de limbo por no tener documentos válidos.
Por otra parte, personas que se entregan a las autoridades y piden ayuda, debido a ciertas circunstancias, no hay recibido el apoyo ni la asesoría esperada.
Como el caso de la denuncia de una mujer que sufría de violencia doméstica y que prefirió entregarse en las oficinas de ICE, USCIS y hasta en la policía de Miami, sorprendentemente sin éxito.
Como en el primer caso planteado, tuvo que recibir ayuda por parte de activistas para iniciar el trámite con el consulado de su país de origen (Nicaragua), en donde se le ofreció un salvocunducto.
Otro reporte importante es que muchos migrantes que completan el formulario en CBP Home no reciben respuesta, en su lugar, obtienen una fecha tentativa de salida.
Desinformación y desventaja
La frialdad y falta de intervención humana hace que mucho de los procesos de queden en el camino.
Las autoridades de la administración de Trump hacen todo lo posible por ir en contra de los inmigrantes y aun teniendo la voluntad de autodeportarse no logran encontrarse con una ayuda empática.
Por esta razón, muchos indocumentados desconfían del sistema y optan por intentar irse sin la “ayuda” oficial al no querer ser detenidos y enfrentar las penurias asociadas.
Además, el DHS no ha detallado qué ocurre con inmigrantes cuyos países no tienen representación consular en Estados Unidos o cuando los pasaportes han sido retenidos.
El temor a ser deportados a lugares desconocidos en dónde no cuentan con ningún apoyo o guía es desalentador.
Por último, está el tema que las penalizaciones por su presencia ilegal, y es que la deportación voluntaria no los exime de ellas:
- Las restricciones de reingreso se aplican igualmente: si la persona ha estado menos de 180 días en Estados Unidos de manera irregular, se le aplica un veto de tres años; si ha estado más de un año sin papeles en el país, la prohibición es de 10 años.
Se debe tener claro que, las probabilidades de recibir una visa, bien sea de turista o de trabajo, con una deportación en el historial, así haya sido voluntaria, son extremadamente bajas.
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