El año fiscal concluye con una notable decisión de política monetaria que beneficiará a prestatarios y a quienes buscan financiación.
La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos anunció un nuevo recorte, el tercero consecutivo en lo que va del año, en sus tasas de interés de referencia. Esta decisión se tomó con el objetivo de impulsar el crecimiento económico, aunque se hizo sin contar con datos de inflación y empleo cruciales que se retrasaron debido al cierre parcial del gobierno.
Impacto en deudas e hipotecas
Se espera que esta disminución en las tasas de interés se traduzca en una reducción generalizada del costo de los préstamos en diversos productos financieros. Los recortes afectarán desde los créditos automotrices y los préstamos personales y comerciales, hasta las hipotecas y las tarjetas de crédito. Sin embargo, la transmisión de la reducción no será inmediata en todos los casos y el impacto será mínimo, por ejemplo:
- Beneficio inmediato en deudas: un recorte promedio de 25 puntos básicos (0.25%) por parte de la Fed, se traduce directamente en un alivio del costo anual de las tarjetas de crédito con tasas variables. Por ejemplo, en un saldo promedio de tarjeta de crédito de $5,000, un prestatario podría ahorrar alrededor de $12.50 al año solo en intereses.
- Préstamos: los créditos automotrices también verán mejoras. Se estima que en un préstamo de automóvil de $25.000, tendrá una disminución de 0.25% en la tasa de interés puede reducir el pago mensual en aproximadamente $3 a $5.
"Las hipotecas tampoco reaccionan de forma inmediata y lo que sí se espera es que a a 6 o 9 meses vamos a empezar a ver que esa hipoteca de 30 años, va a empezar a bajar," explicó el economista Carlos García.
La tensión entre tasas e inflación
La decisión de la Fed de reducir las tasas, choca con la persistente preocupación por la inflación, que se mantiene en un 3% a pesar de las expectativas. Un recorte de las tasas tiene la intención de estimular la actividad económica, pero conlleva el riesgo de que la inflación se mantenga o incluso repunte, un efecto no deseado en un momento de altos precios percibidos por los consumidores.
Mientras la Fed busca el equilibrio monetario, el presidente Donald Trump inició una nueva gira económica. El presidente afirmó que la economía está "marchando bien" y atribuyó a los demócratas las críticas por la inflación, un mensaje que contrasta con las experiencias reportadas por algunos ciudadanos.
"Mire la carne, un pedacito de carne vale hasta 12 dólares que ni para una persona sirve. Dice el presidente que ya bajaron los precios. No hombre, si le están subiendo," comentó una ciudadana, reflejando el contraste con el mensaje oficial.
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