2001online.com | Mery Alzualde
Las comidas tipo “fast food” o “comida chatarra”, tan atractivas especialmente para los niños y jóvenes, en general están bien presentadas, tienen buen sabor, se pueden comer rápidamente. Sin embargo, hay que tener presente que este tipo de comidas son hipercalóricas, proveen también un exceso de grasas, sal y preservantes que al ser consumidas en forma habitual, producen problemas de salud como disminución en la capacidad de estudio, anemia, trastornos químicos en el organismo, sobrepeso , pérdida de la autoestima, alteración en los lípidos (colesterol, triglicéridos) y cardiopatías, disminución o retardo en la absorción de calcio (en el caso de las gaseosas), irritación en el estómago e intestinos, gastritis y estreñimiento.
Para muchos padres es un hábito degustar en familia este tipo de comidas, por comodidad y hasta como premio, pero la realidad es que no es nada nutritiva: muchas calorías, algo de proteínas y escasas en hierro, calcio, vitaminas A, C y fibras. Al ser producidas industrialmente y a gran escala, no sabemos exactamente sus consecuencias por el uso de hormonas en los animales, alimentos genéticamente modificados y uso de pesticidas en los vegetales utilizados.
Lo que los niños aprenden a comer es un reflejo de lo que ellos ven en sus padres. Entonces, es hora de dar el mejor ejemplo.
2020-10-25
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