La capacidad del cuerpo humano para sobrevivir sin comida ni agua varía según varios factores, como la edad, el estado de salud, el entorno y las condiciones específicas de la privación.
Sin embargo, existen límites generales que nos dan una idea aproximada del tiempo que una persona puede resistir sin estos elementos vitales.
Factores como la edad, el peso corporal, el clima, el nivel de actividad física y las condiciones médicas preexistentes influyen significativamente en cuánto tiempo puede sobrevivir alguien sin comida o agua.
Por ejemplo, los niños y los ancianos son más vulnerables a la deshidratación, mientras que una persona con mayores reservas de grasa corporal podría sobrevivir más tiempo sin alimentos.
Agua
Es absolutamente esencial para el funcionamiento del cuerpo. Participa en la regulación de la temperatura, la digestión, la circulación sanguínea y la eliminación de desechos.
A diferencia de la comida, el cuerpo no puede prescindir del agua por mucho tiempo. En condiciones normales, una persona puede sobrevivir entre 3 y 5 días sin beber agua, aunque este periodo puede ser más corto en ambientes calurosos o si hay actividad física intensa.
Cuando el cuerpo no recibe agua, comienza a deshidratarse. Los primeros síntomas incluyen sed intensa, sequedad en la boca y fatiga. A medida que avanza la deshidratación, pueden aparecer mareos, confusión, presión arterial baja, fallo orgánico y, finalmente, la muerte.
En casos extremos, se han documentado supervivencias de hasta una semana sin agua, pero son excepcionales y casi siempre en condiciones de reposo absoluto.
Comida
El cuerpo humano tiene más capacidad para resistir la falta de alimentos que la falta de agua. Dependiendo de las reservas de grasa y músculo, una persona puede vivir entre 30 y 70 días sin ingerir comida, siempre que mantenga una hidratación adecuada.
Durante los primeros días de ayuno, el cuerpo utiliza la glucosa almacenada en el hígado y los músculos. Cuando estas reservas se agotan, comienza a descomponer grasas y, en última instancia, proteínas (músculos) para obtener energía.
Este proceso genera cetonas, que el cerebro puede usar como fuente alternativa de combustible. Sin embargo, con el tiempo, el deterioro físico y cognitivo se vuelve severo, y la persona puede sufrir daños permanentes o morir por fallo multiorgánico.
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