Una mañana de julio de 2009, desconocidos irrumpieron en la casa de la activista y defensora de los derechos humanos rusa Natalia Estemirova y la metieron en un vehículo. Horas más tarde apareció muerta de heridas de bala en una zona boscosa de los alrededores.
Hoy, una nueva tecnología creada en su nombre intenta evitar que casos como estos vuelvan a repetirse o, por lo menos, que no pasen inadvertidos.
Se trata de un brazalete inteligente que cuando se activa utiliza sistemas de navegación satelital para alertar que quien lo porta está en peligro.
Luego envía mensajes a Facebook y Twitter en busca de apoyo, para garantizar que la persona no desaparezca sin dejar rastro.
El brazalete, desarrollado por la agrupación Civil Rights Defenders, forma parte de una campaña para ayudar a todos aquellos activistas que trabajan en zonas de guerra o áreas de conflicto.
El dispositivo contiene tecnología móvil en su interior, capaz de enviar mensajes en cuanto el aparato es activado, lo que puede hacerse de dos formas: por el mismo activista al sentirse amenazado o automáticamente cuando alguien trata de quitárselo a la fuerza.
Si esto sucede, la alarma envía información sobre su dueño así como su ubicación cuando fue atacado. También avisa a colegas ubicados en zonas cercanas para que puedan pasar a la acción.
El equipo de Civil Right Defenders considera que este sistema podría disuadir a muchos de atacar a activistas.
Por su parte, los usuarios de redes sociales podrán mostrar su apoyo a un caso concreto simplemente con un "me gusta" en Facebook o a través de donaciones en la red.
Bajo el nombre "Proyecto Natalia Estemirova", la organización prevé entregar 55 brazaletes antes del fin de 2014.