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El Tesla Model S eléctrico, que muchos piensan uno de los vehículos más ecológicos, podría ser tan dañino para el medioambiente como los automóviles de gasolina y diésel, como reveló una investigación del proveedor de datos climáticos Engaged Tracking.
Los especialistas de esa compañía británica utilizaron un enfoque diferente al que suelen utilizar los estudios de este tipo, en los que regularmente los vehículos eléctricos salen favorecidos. Así, tuvieron en cuenta las emisiones totales generadas durante el proceso de construcción y no solo el dióxido de carbono que producen durante su ciclo de vida.
De este modo, Engaged Tracking autenticó que la fabricación de ese modelo y las subestructuras que se utilizan para generar la electricidad que permite cargar esos vehículos se alimentan con combustibles fósiles que producen la misma cantidad de emisiones de CO2 que los motores de los automóviles convencionales.
Ese especialista también comparó el Model S con un BMW i3, que es más pequeño: el vehículo de la firma alemana emite al año el equivalente a 1,3 toneladas de CO2, así que es un 15 % más eficiente. Al respecto, Tesla argumentó que no era justo porque las dimensiones de su automóvil son mayores.
La firma de Elon Musk estima que el equivalente del BMW i3 es su Model 3, mientras que el Model S debería compararse con un automóvil como el Mercedes S-Class S500, que produciría un 300 % más de emisiones de CO2.
2018-06-27
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