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El "se lo cuido" es un negocio redondo

Lunes, 20 de febrero de 2017 a las 08:00 pm
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Anyela Torres
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Las calles caraqueñas no se escapan del “ojo cazador” de quienes desean trabajar por su cuenta; pues estos espacios no solo los ocupan buhoneros o vendedores ambulantes, sino también los “cuidadores de carros”, que a cambio de recibir alguna propina, se han adueñado de ellas.

A diferencia de un estacionamiento, que cuenta con grandes espacios, señalizaciones, rayados, y otros implementos, a estos parqueros informales solo les basta con una extensión de 30×30 metros o, incluso, la fracción de una acera, para hacer de esto un negocio “informal y seguro” que les proporciona ingresos muy por encima del salario mínimo actual.

Sin tarifa fija

Muchos toman este trabajo como una única ocupación, y lo hacen conscientes de que nunca tendrán una ganancia fija; sin embargo se arriesgan, y actualmente han salido ganando.

En Venezuela el sueldo mínimo que puede devengar una persona es de Bs. 40.638; esta cifra equivaldría, aproximadamente, a Bs. 1350, de ganancia por día.

Con un margen de diferencia que oscila entre los Bs. 2 mil y los Bs. 17 mil diarios, los “cuidadores de carros”, se medio llenan el bolsillo.

Durante un recorrido realizado por el equipo del Diario 2001 en cinco sitios de estos “negocios” en Caracas, se pudo constatar que solo uno de estos valet parking improvisados exige una tarifa fija por sus servicios.

Luis Eduardo Soto lleva 10 años trabajando en una cuadra situada al frente del Centro Comercial Plaza Páez, de El Paraíso, y por cuidar motos cobra Bs. 300.

“Hay mucha gente que depende de nosotros. Y ese precio siento que está bien, porque cuidar una moto significa que debes estar pendiente de que no te roben ninguna de sus partes”, dijo.

Acerca de las opiniones de “sus clientes”, Soto comenta que los que llegan por primera vez se quejan por el precio, pero su “clientela fija” ya se acostumbró y no le reprochan nada.

Por el precio, Soto alegó que él no tiene familia en la ciudad y que a diario gasta Bs. 15 mil entre hospedaje y comida, por lo que se ve en la necesidad de exigir una tarifa.

“En un día malo puedo hacer hasta Bs. 8 mil, en uno bueno he hecho hasta 20 mil bolívares”, indica.

Desde uno de los Farmatodo de Las Mercedes, Eduardo Ibarra, aspirante a ingresar a la nómina de esa cadena como parquero, hace las veces de fiscal de tránsito para evitar choques, y vigila los carros de los clientes, solo a cambio de una colaboración.

Antes de este “trabajo”, Ibarra había laborado como mesero durante mucho tiempo, y de ambas experiencias asegura que “mientras la persona trabaje con propina abierta, le irá bien”.

Sus ganancias en este empleo le permiten llevarse a diario entre Bs. 5 mil y 15 mil, sujeto a cambios, si esa noche corre con suerte y le permiten “parquear” en Teatro Bar.

Frente a la plaza Madariaga, en el centro de Caracas, Chacao, y Altamira, estos “puestos de estacionamiento” solo trabajan con colaboración.

Parqueros con profesión

La fuentes de empleo en Venezuela están casi secas; eso puede notarse en el hecho de que haya cuidadores de vehículos con títulos universitarios que no pueden ejercer sus carreras, en vista de que las ofertas de empleo cada vez son más escasas.

José Yánez, es técnico medio en publicidad y mercadeo, pero como no conseguía trabajo, decidió aprovechar la propuesta que le hizo un a-migo, de quedarse con su puesto de trabajo.

En un fragmento de la acera que está frente al Centro Comercial Plaza Páez, en El Paraíso, Yánez trabaja cuidando motos, de lunes a viernes hasta las 6:00 de la tarde, desde hace cinco meses.

“Un amigo me dijo que si yo quería trabajar cuidando motos, que él me iba a ceder su lugar, y como no encontraba trabajo, pues decidí tomarlo”, relató Yánez.

En Chacao, frente al Centro Comercial Empresarial, hay un abogado de la República, egresado de la Universidad Central de Venezuela, que está desempleado, y también decidió cuidar motocicletas como sustento.

Lenrry Maneira comenta que aunque no estudió para dedicarse a ello, se siente cómodo en este lugar ya que no tiene jefe, y gana mucho más del salario mínimo.

“Los billetes que más recibo son los de cien. Ya tengo mi clientela fija y algunos hasta me pagan semanal para que cuide sus motos”, afirmó.

Dos pájaros y un solo tiro. Otros “comerciantes” que desean doblar sus ganancias, además de ofrecer sus servicios de “vigilancia”, cuentan con “autolavado”.

Frente a la plaza Madariaga, José Antonio Nuñez lleva trabajando como cuidador de carros desde hace 12 años; pero de un año para acá decidió prestar servicios de autolavado con dos tobos de agua.

“Por cuidarlos solo agarro propinas y eso me da algo de dinero; por lavarlos pido Bs. 1.500, y ya tengo varios clientes que me buscan”, comenta Nuñez.

Inseguridad

Respecto al tema de la inseguridad, la mayoría de los cuidadores afirma no haber tenido inconveniente con malandros.

Sin embargo, Luis Eduardo Soto, relata que en una oportunidad lo amenazaron con una pistola en el pecho para llevarse una moto, pero logró salir ileso él y la moto del percance.

“Yo desde pequeño he estado en la calle y además estuve preso. Sé cuál es la psicología que ellos utilizan, y ese día me defendí con pura labia. Otros días algunos rateritos también han querido robarle las partes a las motos, pero me defiendo de la misma forma, hablando”, dijo.

Miguel Ángel Mostera, también trabajador de este oficio, explica que sería injusto cobrarle una tarifa fija a los clientes ya que ellos no tienen garantía de que al regresar su vehículo estará intacto.

“Si llega un tipo con una pistola uno qué más va a hacer, hay que ceder, no vamos a perder la vida por proteger algo material”, dijo.

Mostera recordó que en una oportunidad estaba lloviendo mucho y tuvo que irse de su “lugar de trabajo” -a su cuidado había quedado una moto- y al siguiente día el dueño le contó que se la habían robado.
Todas las fuentes citadas en este reportaje, aseguraron que nunca han tenido inconvenientes con las autoridades por su “trabajo”.

721 estacionamientos afectados por la Gmvv

En el año 2011 la Gran Misión Vivienda Venezuela (Gmvv) llevó a cabo una jornada masiva de expropiaciones a estacionamientos en Caracas y otras ciudades del interior para levantar en ellos los edificios socialistas.

En el año 2012, Francisco Sesto, ministro de Estado para la Transformación Revolucionaria de la Gran Caracas, informó que la Gmvv afectó a 721 puestos de estacionamiento en Caracas para construir 1.572 apartamentos y darles un hogar a ocho mil familias.

Las declaraciones las hizo en una entrevista en la emisora Radio Nacional de Venezuela, en la que reiteró que la misión no había ocupado estacionamientos, sino espacios para “engorde”. Además, precisó que un estacionamiento posee sistema de acceso, equipos, y demás complementos que estos espacios no poseían.

Detalló que en la parroquia Altagracia se afectaron 85 puestos, y 84 en El Recreo. En San Agustín fueron 88, y en San José 74. En San Juan se tomaron 166, otros 126 en Santa Rosalía, y 98 en Santa Teresa. En total en las siete parroquias se afectaron 721 puestos de estacionamiento. Esto se hizo “para darles miles y miles de viviendas a nuestro pueblo”, en el centro de la ciudad.

El dato

500 bolívares cobran en la avenida universidad, de Caracas, por “echarle un ojito” a un vehículo. En otros lugares de la capital piden Bs. 300. No obstante, el común denominador de estos estacionamientos informales es solicitar una colaboración que queda a decisión del “cliente”

2017-02-21