La capacidad de respuesta inmediata y efectiva ante una emergencia médica o traumática puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
En un contexto donde los accidentes y las situaciones de riesgo están siempre latentes, la formación en primeros auxilios se convierte en una herramienta invaluable para cualquier ciudadano.
La evaluación primaria conocida como X-A-B-C-D-E, un protocolo adoptado internacionalmente en la atención al paciente traumático grave, establece una serie de prioridades rigurosas para estabilizar al herido antes de su traslado a un centro asistencial, asegurando que las intervenciones más urgentes se realicen sin demora.
Fase X: control de hemorragia
El bombero Raso, Adán Blanco, perteneciente al Cuerpo de Bomberos de Caracas, en una entrevista exclusiva con Diario 2001, explicó que "la fase inicial y la más crítica es la "X", que representa el control de las hemorragias.
Blanco enfatizó que esta es la principal causa de muerte evitable en trauma. Si el paciente presenta una hemorragia externa visible, esta debe ser controlada inmediatamente con presión directa, vendajes compresivos o, si es necesario, con la aplicación de un torniquete.
Fase A: vía aérea con control cervical
Una vez controlada la hemorragia letal, se evalúa y maneja la vía aérea. Se busca asegurar que el paciente pueda respirar sin obstrucción, lo cual podría estar comprometido por la lengua, sangre, vómito o cuerpos extraños.
Según Blanco, "en casos de trauma, es imprescindible realizar esta apertura de la vía aérea manteniendo un estricto Control de la Columna Cervical (maniobra de tracción mandibular) para prevenir lesiones medulares secundarias".
Fase B: ventilación y respiración
La tercera prioridad es la respiración. El experto explicó que se debe verificar la calidad y la frecuencia de la ventilación. Se inspecciona si el tórax se expande simétricamente y si hay ruidos respiratorios anormales.
Fase C: circulación y control de hemorragias
La fase de circulación "C" se enfoca en la función cardíaca y la perfusión. Aquí, el Bombero Blanco destacó la evaluación del pulso, la coloración de la piel y el tiempo de relleno capilar.
Es el momento de controlar cualquier otra hemorragia menor no identificada en la fase X, asegurar accesos venosos e iniciar la reposición de líquidos para combatir el shock si es necesario.
Fase D: déficit neurológico
La evaluación neurológica, marcada con la letra "D", busca determinar rápidamente el nivel de conciencia del paciente. Se puede utilizar la escala AVDI (Alerta, responde a la Voz, responde al Dolor, Inconsciente) o la Escala de Coma de Glasgow.
Cualquier alteración en el estado mental puede indicar una lesión cerebral o un shock grave, lo que obliga a reevaluar las fases anteriores.
Fase E: exposición y entorno
Finalmente, la fase "E" implica la Exposición completa del paciente, retirando la ropa (cortándola si es necesario) para realizar una exploración total en busca de lesiones que hayan pasado desapercibidas.
El Bombero Adan Blanco subrayó la importancia de evitar la hipotermia, protegiendo al paciente del entorno con mantas o cobertores una vez que es expuesto.
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