No hay biopolímeros buenos que puedan inyectarse en forma libre en el cuerpo, todos son dañinos. Pese a que en Venezuela está prohibido su uso, se ha alertado acerca de los peligros que representa para la salud existen personas que han seguido aplicando biopolímeros en su cuerpo como tratamiento de belleza.
La doctora Ana Torrealba, médico cirujano plástico, miembro de la Sociedad Venezolana de Cirugía Plástica, Reconstructiva, Estética y Maxilofacial y de la Sociedad Venezolana de Cirugía, afirma que todos los biopolímeros son dañinos porque es un material que el cuerpo no puede degradar, por lo que pueden producirse reacciones inmunológicas importantes en algunos pacientes.
Señala la especialista que este producto “se inyecta de forma libre en los tejidos blandos, es decir, no está encapsulado, por lo que su extirpación es compleja. Para lograrlo, inevitablemente, hay que quitar tejido sano, que deja secuelas de deformidad en el área tratada, según el caso. Nunca se puede retirar todo el material colocado. Además, al encontrarse en forma libre junto a los tejidos, logra inducir a una mayor respuesta inmune”.
Complicaciones
Las complicaciones que puede presentar cualquier persona con biopolímeros pueden aparecer a corto, mediano o largo plazo.
Entre las inmediatas generales o sistémicas , que se pueden registrar, “está la perforación de vasos, su ingreso a la sangre con consecuencias fatales, tales como trombosis arteriales y venosas a nivel de miembros inferiores y órganos como los pulmones, el corazón y el cerebro”, acotó.
Un paciente que tenga biopolímeros puede sentir malestar general, dolor articular y astenia de forma crónica. “Se trata de manifestaciones autoinmunes, el sistema inmunológico reconoce el material como extraño y procede a atacar el área para eliminarlo, esa reacción puede llevar a que se presente inflamación, rubor y calor en el área, granuloma a cuerpo extraño, incluso reacciones inmunológicas severas”.
La doctora Torrealba explica que también puede surgir complicaciones locales como deformidad, cambio de coloración en la piel, engrosamiento de la piel, erupciones, abscesos y fistulas.
Una de las partes del cuerpo más frecuentes para la aplicación de biopolímeros son los glúteos. De acuerdo a la cantidad colocada, podría haber múltiples complicaciones, entre ellas, las anteriormente mencionadas, y, además, la migración y movilización de este material a la espalda, miembros inferiores como las rodillas, tobillos, pie y genitales.
Advierte que no todos los pacientes que tienen biopolímeros presentan reacciones adversas, pero si hay síntomas, debe ser evaluado y tratado por un equipo multidisciplinario.
Hay que recalcar que si no hay síntomas, lo ideal es no tocarlos, evitar tomar sol, no masajear el área donde hayan sido colocados para evitar la movilización y migración del producto , no someterse a un procedimiento estético en dicha área, pues si no hay síntomas esto podría activarlos.
“Es de gran relevancia seguir alertando, las personas deben evitar a toda costa inyectarse biopolímeros o cualquier otra sustancia prohibida, lo que está en riesgo su vida” finalizó. / EFE