Heilis Oriana González | [email protected]
En diferentes zonas de Caracas es común encontrar personas con chalecos fluorescentes ayudando a estacionar y a cuidar los carros.
Parqueros aseguran que son conocidos por el tiempo que llevan trabajando en las avenidas y calles. Para quienes no pueden costear las tarifas de un estacionamiento, el servicio de estos “cuidadores” les parece más económico y seguro.
Maikel León cuida carros en el área de Quinta Crespo. Indicó que “es falso eso que publicaron en la televisión nacional de que si no nos pagan o regalan algo le rompemos los vidrios, robamos los cauchos o rayamos el carro, aquí todos nos conocen y saben que no somos así”.
Adrián Guillen acotó que “nosotros creamos nuestras propias leyes en el sitio de trabajo, no se puede venir a poner otra persona en nuestro lugar a trabajar, aquí todos nos conocemos”.
Ramón Claro añadió que “sabemos que los estacionamientos está bien caros y nosotros prácticamente se los cuidamos gratis, no tenemos tarifas simplemente lo que salga del corazón de la persona”.
Sin embargo no todo es color de rosa. En las afueras del mercado La Hormiga en El Cementerio y en el Centro comercial El Recreo de Sabana Grande abundan estos trabajadores. Quienes frecuentan estas zonas denuncian que aunque estacionen en la calle y no haya nadie, al regresar aparece alguien a exigirles lo mismo que en un estacionamiento, o más.
Alberto Gómez comenta que “para estacionar cerca del mercado San Jorge en El Cementerio necesitas un camión de billetes, o mejor dólares porque dependiendo de la fecha quieren $1 o 3”.
Lo mismo ocurre en zonas como la Avenida Solano, Pasaje Zingg e incluso en las afueras del supermercado Plaza’s de Vista Alegre, donde los “bien cuidao” imponen precios y se comportan agresivamente cuando no obtienen el pago que exigen.
Sin embargo, Alexander Misael insistió que “nosotros no cobramos ninguna tarifa, el cliente nos da lo que desee, también puede ser comida”.
Entretanto en la Avenida Solano Yoswil Mejía criticó la conducta de los oficiales de la zona. “Es difícil también para nosotros trabajar aquí, porque los policías nos quieren venir a cobrar vacuna y nos quitan lo poquito o mucho que hagamos en el día”.
James Tovar expresó que “cobramos lo que nos puedan dar, no tenemos tarifas fijas porque la calle es libre, no de nosotros”.
Manuel Silva explicó que “aquí todos los comerciantes nos conocen y saben que no somos malas personas, que venimos aquí desde tempranito a trabajar buscando el pan de cada día”.
Habla la gente. Aranza Blanco vecina de la Av. Solano añadió que “tengo años dejando mi carro en este lugar y jamás le ha pasado nada, en ocasiones hasta las llaves le dejo”. Cristiana Ramirez informó que “tengo muchísimos años estacionando mi camioneta con estas personas y sé que son responsables”. Las opiniones acerca del desempeño de estas personas son variadas y no siempre coinciden. Trabajan al margen de la ley y no existe una ordenanza que los controle.
2020-01-22
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