Armando Altuve/ Diario 2001
La atención del país se centró en la figura de Ángel Sanguino, un técnico en electrónica, que tras sufrir en 2012 un accidente en motocicleta, perdió su brazo izquierdo. Al adquirir esta discapacidad, utilizó su ingenio para diseñar un brazo robótico que le permitiera continuar con su trabajo como reparador de telefónos celulares.
Hoy, y después de haber sido galardonado el año pasado con el Premio Nacional a la Inventiva Tecnológica Popular "Luis Zambrano 2014″ con la mención autodidacta, está perfeccionando el dispositivo que presentó en la premiación.
Trabaja en un aparato que tenga dedos, muñecas y codo. "El objetivo es emplear la tecnología para crear dispositivos útiles y que se adecuen a las necesidades de una persona con discapacidad, y que no necesariamente sean similares a la morfología humana".
La elaboración de esta herramienta ha tardado un poco. Sanguino dice que ha sido difícil fabricar este dispositivo debido a la carestia y elevados costos de algunos materiales.
Con el premio de 700 mil bolívares que obtuvo pudo costear algunos implementos. "A mí me dieron el premio seis meses despúes, pero el bolivar ya se había devaluado: lo que antes podía comprar a Bs. 50, despúes lo adquiría a Bs. 190 por dólar", indica.
El número de personas con amputaciones que actualmente hay en Venezuela continúa siendo una incógnita. Las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), obtenidas del Censo 2011, asoman que en el país 1.454.845 personas tienen algún tipo de discapacidad, de las cuales más de 240 mil personas tienen discapacidad músculo esquelética, entre ellas personas sin miembros inferiores.
Sin contar con cifras actuales, los especialistas aseguran que la incidencia de personas amputadas ha aumentado. Dos razones cobran mayor fuerza: las personas son amputadas tras haber sufrido un accidente de tránsito en motocicleta o una herida por arma de fuego en alguna de sus extremidades.
Lea más en su Diario 2001 de este domingo 7/06/2015
2015-06-06