Dayana Escalona /[email protected]
Recuperarse de una adicción debe ser una decisión propia y estar consciente del problema al que se está enfrentando, pero en Venezuela recluirse en un centro especializado en el área o asistir a una terapia de desintoxicación se ha convertido en una inversión “cariñosa”.
Solo la evaluación médica y psicológica previa al diagnóstico puede tener un precio aproximado entre Bs 1.200 y Bs 2.000. Luego viene el programa de depuración que comprende cinco sesiones como mínimo en una semana y por día se debe cancelar un monto de Bs 2.700.
Por otro lado, si la persona debe ser recluida en un centro de rehabilitación integral la mensualidad oscila entre los Bs 15 mil y Bs 100 mil, según la institución a la que es referido en paciente, donde recibe un programa completo para ayudarlo con su adicción, además del hospedaje, tratamiento y alimentación.
“Lo último que supe es que una semana de hospitalización en uno de los sitios más económicos estaba alrededor de los Bs 5.000 y esta cifra es la que se manejaba durante el mes de julio de este año, a esta altura imagino que esos montos deben estar más elevados”, comentó Hernán Matute coordinador general de la Cátedra Libre Anti-Drogas (Cliad) de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Upel).
Cero hospitalizaciones
Matute destacó que en el país en vez de abrir nuevos centros de rehabilitación, prevención y tratamiento, cada día son menos los lugares disponibles para acudir, muchos se están cerrando porque los costos son muy elevados y el Estado no se ocupa en invertir en esta área.
“No hay hospitalización como tal, las únicas dependencias que prestan este servicio y que tiene el Estado son con disponibilidad de 30 o 40 camas, por supuesto que eso no ayuda, no sirve, desde el punto de vista demográfico para atender a toda la población que demanda tratamiento, que es muy alta”, explicó Matute.
Indicó que muchas veces la motivación tardía que llega a tener un adicto para asumir su problema y buscar ayuda, es pulverizada en solo segundos cuando llega a una institución pública y le dicen que debe regresar entre ocho o seis meses, porque no tienen cupo. “Es allí cuando se recae en el consumo de drogas”, agregó.
Sin cifras
El coordinador general de Cliad resaltó que a este gran problema se suma la ausencia de cifras o un censo de las personas que se encuentran con problemas de adicción, aunque el órgano rector es la Oficina Nacional Antidrogas (ONA), “cada quien anda por su lado”, porque no existen políticas públicas integrales en esta materia,“dejando a un lado o ignorando al 70% de las ONG, fundaciones y expertos que luchan en la prevención del consumo de drogas”, añadió.
Aseguró que al sumar voluntades de la mano con el Estado, se pueden lograr cambios significativos. Pero siempre y cuando sean tomadas en cuentas todas las partes y así hacer un trabajo mancomunado que dé ese apoyo a la sociedad civil con una buena campaña de prevención, tratamiento y rehabilitación.
Programas actuales
Ana Teresa Urdaneta, coordinadora de la Fundación Cente Grupo señaló que aunque dejaron de ofrecer tratamiento y rehabilitación, por falta de recurso humano y financiero, en la actualidad ofrecer charlas preventivas a personas que no han consumido ninguna sustancia, en colegios, empresas y quienes deseen solicitarlo como manera de prevención.
“Son talleres de formación y de sensibilización, charlas y capacitación que nos permiten desarrollo de habilidades para la vida, a través de diversas actividades”, informó Urdaneta.
La ONA trabaja en conjunto con el Ministerio de Salud, que es el organismo que se encarga del sistema público nacional de tratamiento a las adicciones, ofreciendo mayor amplitud, ese sistema incluye ese tratamiento gratuito y supervisión de las instituciones privadas.
El programa impulsado por el Estado, mediante estos organismos, consta de tres niveles, el primero es el Centro de Orientación Familiar, que es el básico, sigue el segundo que es el Centro Especializado de Prevención y Atención Integral (Cepai) y el tercero denominado Comunidades Terapéuticas Socialistas (CTS), todos incluyen la rehabilitación.
2015-10-07