Katherine Abreu | [email protected]
Venezolanos que intentan movilizarse vía terrestre de un estado a otro, viven el “calvario” a la hora retornar a sus hogares tras los días de fiestas decembrinas, la baja capacidad operativo limitó el traslado de los ciudadanos en los distintos terminales de transporte terrestre.
En un recorrido realizado por el equipo de Diario 2001, se constató el “drama” que viven los ciudadanos en los distintos terminales del área metropolitana de Caracas. Usuarios denunciaron el pésimo servicio de las instituciones públicas, con los retardos de más de 72 horas para la entrega de los pasajes, sobreprecios de último minuto en las boleterías y hasta han sido víctimas del robo de sus pertenencias en algunos casos.
Sobre la afluencia de temporadistas, el presidente de la Organización Nacional Antidrogas (ONA), José Ramón Castillo, informó que más de un millón y medio de pasajeros se han movilizado por el Terminal La Bandera en 40.645 viajes, tanto de entrada como salida de la ciudad capitalina.
Sin pasajes. La Bandera, ubicada en la avenida Nueva Granada, está al “borde del desastre”, los usuarios denunciaron han estado “abandonados” por más de 4 días en las instalaciones, ante la insuficiencias de pasajes en las rutas largas hacia la región andina y centro-occidental del país.
Alrededor de 117 familias (madres, padres y niños) se vieron en la necesidad de dormir a las afueras de las instalaciones de transporte, pues al llegar la noche, denunciaron que funcionarios los sacan como “perros”, quienes continúan a la expectativa de una solución.
Liz Torres contó que los funcionarios del Sistema Integral de Transporte Superficial (Sitssa) aseguraron el martes habilitaron dos unidades expreso con la capa-cidad de 42 asientos disponibles en cada una. Sin embargo, solo se prestó servicio una sola unidad que, dejando por a fuera a más de la mitad de los usuarios.
Además, hasta ayer solo se prestó el servicio de una unidad, la cual fue insuficiente para más de 100 personas.
Este misma situación se repitió en el Terminal de Oriente. Los ciudadanos reclamaron que la mayoría de los boletos estaban agotados desde antes del 31 de diciembre.
Beatrice Pérez dijo que los encargados la “ruletean” día y noche en la instalaciones para la cancelación en taquilla. “Me dicen que me acerque a las 5 de la madrugada, después al mediodía y ahora a las 4 de la tarde. Me tiene de allá para acá”, reprochó.
Aumentos por doquier. Pese a que en La Bandera mantienen sus tarifas a 20 mil bolívares hacia la región central (Valencia, Maracay y San Carlos), y las rutas largas en 38 mil bolívares (Barquisimeto, Coro, San Cristóbal, entre otras), María Suárez, denunció que los empleados de las líneas de transporte ofertaban de los 42 asientos sólo 20 pasajes a los precios fijados por el terminal, y el resto de los boletos eran revendidos en horas de la noche.
Los precios oscilaban en las rutas cortas en 150 mil a 220 mil bolívares y las rutas largas entre 250 mil a 350 mil bolívares.
Los terminales privados también presentaron aumentos repentinos. En la empresa Rodovias, ubicada en Colegio de Ingenieros, los encargados en taquilla anunciaban que las tarifan tenían una variación de precio en el día.
Alberto Salazar indicó que el pasaje que había cancelado en 200 mil con destino a Puerto La Cruz, tuvo un ajuste de precio después de 7 horas de haberlo comprado y debió abonar 50 mil bolívares minutos antes de abordar la unidad.
En la mayoría de las instituciones de transporte no sólo la falta de pasaje era un obstáculo para el usuario, sino que, casi en la totalidad de las taquillas sólo aceptaban efectivos para cancelar los boletos. Esta situación alarmó a los ciudadanos que sólo contaban con algún sencillo y dinero extra para gastos en el transcurso del viaje.
Otra de las fallas que afectan directamente a los usuarios se debe a la falta de unidades y que déficit de gasolina en las últimas semanas agravó la situación.Los coordinadores de las rutas indicaron que trabajan con el 50% de flotas operativas y que el déficit de gasolina retrasó viajes. Pasajeros tuvieron que esperar hasta cinco horas para que llegara una unidad.
Fotos: Gustavo Ortiz
2018-01-05