El Vicepresidente Nacional de Acción Democrática, Edgar Zambrano, considera que el mecanismo constituyente no es garantía de resolución de los problemas del país.
“Para salir de esta pesadilla, buscar panaceas, elíxires o compresas mentoladas no es la solución que nos conduce hacia esa nueva Venezuela soñada por más del 80 por ciento del país”, reiteró el parlamentario, para quien existen vías igualmente plasmadas en la Constitución que permiten mejores resultados para la sociedad democrática.
"Los últimos resultados electorales nos permiten demostrar que el gobierno es derrotable, existiendo como lo es pública y notoriamente, un deslave de los adherentes al partido de gobierno, lo que sin duda alguna constituye un fortalecimiento de las expresiones plurales y diversas de la oposición”, describió el también Jefe de la Fracción Parlamentaria de AD en la Asamblea Nacional.
Cree que a pesar de que la Asamblea Nacional Constituyente es una vía establecida y consagrada en el artículo 347 la Carta Magna, hoy se debe apelar a la racionalidad política privilegiando los intereses de la sociedad venezolana. |
Para Zambrano no existe duda sobre el decrecimiento del sector oficial y el incremento de la alternativa democrática, razón por la cual considera que no hay motivos para transitar un camino distinto al de los últimos cinco años, en cuanto a procesos comiciales.
“No creemos que se deba supeditar resultados exitosos a un proceso constituyente cuando los riesgos colaterales son desde el punto de vista político mayores y lucen cantados dentro del actual contexto político”, dijo.
Cree que a pesar de que la Asamblea Nacional Constituyente es una vía establecida y consagrada en el artículo 347 la Carta Magna, hoy se debe apelar a la racionalidad política privilegiando los intereses de la sociedad venezolana.
“El histórico acumulado, con contadas excepciones, de 26 constituciones y 92 procesos constitucionales, deja un saldo negativo”, señaló Zambrano, para quien a través de esta práctica se ha pretendido confeccionar trajes a la medida para los ganadores en procesos electorales, o a aquellos que se advienen al poder mediante la fuerza utilizando inapropiadamente las armas del Estado.
“Resulta contradictorio, sin tener categóricos elementos en la despensa para llamar a la constituyente en una situación de anomalía como la vivida en el país en los últimos tiempos, con el secuestro y pérdida de autonomía de los poderes del Estado, potenciado este escenario con el abuso de poder que desconfigura al Poder Ejecutivo, cabeza de playa de los actos contra la Constitución. De allí el riesgo que se aborda enarbolando una bandera que puede conducirnos a escenarios más catastróficos sirviendo en bandeja de plata el complemento para el desmontaje del Estado y darle paso al ejercicio autoritario”, sentenció.
También, el Jefe de la bancada de AD en la Asamblea Nacional recordó que ha existido una escasa participación de la ciudadanía en este tipo de eventos, tomando como ejemplo la asistencia al referéndum de diciembre de 1999 “cuando solo tres de cada diez compatriotas concurrieron al acto que desalojaba la Constitución de 1961 para darle paso a la Constitución más vulnerada de la historia política venezolana”.
Considera que el cambio de un gobierno bajo ningún concepto puede ser compulsivo, hecho que no se corresponde estrictamente en el uso de las armas. |
De esta manera, Edgar Zambrano insiste en que la lógica que conduce al triunfo definitivo de la sociedad democrática está signada por impulsar esfuerzos con mayor énfasis hacia el proceso electoral del 8 de diciembre, elecciones parlamentarias e incluso a través de un revocatorio presidencial.
“Está así establecido en la Constitución y direccionado por la carta de navegación que instrumenta la lógica política sin obviar cualquier eventualidad que de otra característica pueda presentarse por iniciativa del Ejecutivo o el partido de gobierno, todo ello fundamentado en sus propios intereses y estrategia de subsistencia en la arena político electoral”, señaló.
En definitiva, el diputado por el estado Lara considera que el cambio de un gobierno bajo ningún concepto puede ser compulsivo, hecho que no se corresponde estrictamente en el uso de las armas, porque igualmente puede producirse dentro de un mal manejo de una convocatoria donde “termine siendo peor el remedio que la enfermedad. Los cambios políticos tienen su momento y contexto y esto se expresa en relación a la madurez política de los pueblos y su voluntad democrática para darse esos cambios sin hechos altisonantes que avivados por la violencia terminen en una confrontación de pueblo contra pueblo”, finalizó./Nota de prensa Acción Democrática
Viernes 16/08/2013